Algo nunca antes visto en la historia de Colombia: un expresidente preso mientras un guerrillero y narcotraficante disfruta de las mieles de la libertad. Es el caso del ahora senador Álvaro Uribe Vélez, que gobernó el país suramericano entre el 2000 hasta el 2010.
La Corte Suprema de Justicia ordenó este martes su detención domiciliaria por supuesto «fraude y soborno de testigos». Mientras que Jesús Santrich, cuyo nombre verdadero es Seuxis Pausias Hernández Solarte, líder del grupo guerrillero disidencia de lasFuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Segunda Marquetalia y es buscado por la Interpol por narcotráfico y lavado de dinero está en libertad gracias a una sentencia del máximo tribunal. Desde agosto de 2019 está reincorporado a la «lucha armada» contra la democracia.
Tiene pendiente también un proceso por la pérdida de su investidura en el Consejo de Estado. Esta demanda por ausentismo también la lidera la Procuraduría General de la Nación y la Mesa Directiva de la Cámara de Representantes.
Uribe Vélez detenido en su domicilio
El comunicado de la Corte Suprema dice: “El senador Uribe Vélez cumplirá la privación de la libertad en su residencia. Desde allí podrá continuar ejerciendo su defensa con todas las garantías del derecho al debido proceso”.
Al conocer su destino, Uribe Vélez escribió: “La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, mi familia y los colombianos”.
Ahora debe esperar el llamado a juicio por parte de la Corte Suprema. Insiste en su inocencia en este caso y cuenta con el apoyo popular. Pero en caso de que sea considerado culpable de los delitos de soborno y fraude procesal, el senador sería castigado con ocho años de cárcel.
El caso contra el expresidente
Uribe presentó en el 2012 una denuncia contra el senador de izquierda y principal adversario Iván Cepeda por un supuesto complot judicial. Uribe acusó a Cepeda de contactar a exparamilitares presos para que lo involucraran en actividades criminales.
Pero la corte se abstuvo de enjuiciar al izquierdista y en cambio decidió abrir en 2018 la investigación contra el exmandatario colombiano por “manipular testigos contra su opositor”. La repuesta de Cepeda no se hizo esperar: «No hay personas que en Colombia estén por encima de la justicia y de la ley”.
La investigación contra Uribe no es la única. Hay otra investigación penal por presuntos vínculos con grupos de ultraderecha que enfrentaron clandestinamente a las guerrillas durante el largo conflicto colombiano. Durante su mandato como presidente de Colombia estalló el peor escándalo que ha implicado a las Fuerzas Militares: la ejecución de cientos de civiles que fueron presentados como rebeldes caídos en combate.
El guerrillero que sigue libre
El analista Hector Schamis fue consultado por Radio Blu de Colombia, sobre el proceso que tiene pendiente el narcoguerrillero Jesús Santrich. Insiste en que no se puede hablar de separación de poderes cuando la Corte deja libre al jefe de las FARC, y luego ordena el arresto al senador.
“No se puede despolitizar del todo, la justicia opera con toda lógica, pero no en un limbo fuera de la política”, agregó.
Asevera que el “exguerrillero” obtuvo un beneficio que el expresidente colombiano no tiene. “Si todo está pensado para reafirmar y consolidar la institucionalidad democrática, lo que se logrará es que exacerbar la polarización”, anotó.
La guinda del pastel para el expresidente
Luego de concretarse el arresto domiciliario de Álvaro Uribe Vélez, el partido Centro Democrático informó que el senador dio positivo al coronavirus.
Desde temprano, algunos medios de comunicación comenzaron a especular sobre el estado de salud del exmandatario, debido a la presencia de un equipo médico en la finca El Ubérrimo. Donde Uribe cumple con la cuarentena por el coronavirus decretada por el Gobierno. Y, ahora, su privativa de libertad.
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