La India y China son los dos únicos países importantes que permanecen aislados de la erosión de la riqueza debido a la pandemia de la COVID-19. La pandemia provocó una disminución de la riqueza individual, pero la riqueza de los hogares se mantuvo en gran medida. Se espera que el crecimiento de la riqueza sea fuerte durante el resto de 2020 y 2021.
Son los resultados del Informe de riqueza global de Credit Suisse 2020. Una apreciación que coincide con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional. La contracción de la economía mundial será de un 3%. Un escenario en el que solo China y la India registrarán un crecimiento, aunque mínimo.
Hay mucho que aprender sobre el mecanismo de transmisión del virus y como lo impactará el cambio estacional. Asimismo, existe la incertidumbre sobre cuándo podrá estar lista una vacuna. No obstante, el FMI mantiene que la economía mundial crecerá a medida que el mundo se acerque más al equilibrio económico y que llegará a un 5,8% en 2021.
Riqueza en los hogares levemente afectada
El Credit Suisse 2020 considera que las medidas de los gobiernos y de los bancos centrales para mitigar las consecuencias de la COVID-19 ayudaron a que la riqueza mundial se recuperase de una caída inicial en el primer trimestre del año. Agregó 1 billón de dólares en junio, después de terminar 2019 en 399,2 billones,
La riqueza por adulto se redujo a un promedio de 76.984 dólares desde 77.309 a principios de año. Suiza, los Países Bajos, Taipei y Hong Kong registraron ganancias, mientras que Noruega y el Reino Unido tuvieron las mayores caídas.
«Dado el daño infligido por la COVID-19 a la economía global, parece notable que la riqueza de los hogares haya salido relativamente ilesa», dijo Anthony Shorrocks, uno de los economistas autores del informe. Agregó que los hallazgos se basan en el balance provisional de los hogares del segundo trimestre emitidos por pocos países.
Se espera que la creación de riqueza global se recupere el próximo año, a medida que la economía se recupere. El «principal valor atípico» es América del Norte, dice el informe. Allí la economía se vio obstaculizada por la «continua debilidad debido a la alta prevalencia de COVID-19». Se prevé que la riqueza por adulto de la región caerá un 5% este año. y permanecer cerca de ese nivel en 2021.
Solo China y la India registraron ganancias en la riqueza de los hogares en la primera mitad del año. Tuvieron un crecimiento del 4,4% y el 1,6%, respectivamente. América Latina fue la que más sufrió, la caída fue del 13%. Las devaluaciones de la moneda empeoraron las bajas del producto interno bruto.
El crecimiento de China
La economía asiática sufrirá su peor recesión este año. Algunas de sus potencias aún luchan por contener las consecuencias de la pandemia de coronavirus. Una situación que llevó al Fondo Monetario Internacional a rebajar sus perspectivas para la región. Ahora espera que este alos el crecimiento económico en Asia se contraiga un 2,2%. Un 0,6% menos de lo que pronosticó en junio.
China es la excepción notable en Asia. Es la primera economía importante que prácticamente ha eliminado las tasas de muerte e infección por la COVID-19. Su actividad económica casi ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia. El Partido Comunista Chino tomó una serie de medidas, incluido un bloqueo de 76 días en Wuhan, con 11 millones de habitantes, que parecen dar frutos. Logró reabrir fábricas y reanudar el transporte público.
La economía china podría crecer un 8,2% el próximo año, pero sigue siendo un punto porcentual más bajo de lo que estimó el Fondo Monetario Internacional hace seis meses.
Una oportunidad para la India
La India todavía se encuentra en medio del bloqueo de la COVID-19. Tras una reanudación calibrada de alguna actividad económica, los casos siguen aumentando en provincias grandes y económicamente prominentes como Maharashtra, Bengala Occidental, Gujarat y Rajasthan. Se calcula que el bloqueo le costará alrededor de 211.000 millones de dólares. Aún así, el FMI le proyecta una tasa de crecimiento del 1,9%.
Pero con la pandemia infectando a millones de personas en todo el mundo, China se enfrenta a una posible reacción global sin precedentes de sus compradores. De ocurrir, se desestabilizaría su reinado como la fábrica preferida del mundo.
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha insistido en culpar al Partido Comunista de China de la crisis generada por la pandemia. Japón advirtió que podría sacar algunas de sus fábricas de China. La India ha percibido una oportunidad y está ansiosa por incursionar en un espacio que espera que China desocupe más temprano que tarde.
La debilitada posición global de China es una «bendición disfrazada» para que la India atraiga más inversiones, dijo el ministro de Transporte, Nitin Gadkari, en una entrevista a mediados de año. El estado norteño de Uttar Pradesh, que tiene una población del tamaño de Brasil, está formando un grupo de trabajo económico para atraer empresas deseosas de salir de China.
La India también comenzó a preparar un área dos veces mayor que Luxemburgo para ofrecer a las empresas que quieran trasladar la fabricación fuera de China. Ya ha contactado a 1.000 multinacionales estadounidenses.
El Consejo Empresarial Estados Unidos-la India (USIBC), un poderoso grupo de presión que trabaja para mejorar los flujos de inversión entre ambos países, declaró que la India ha mejorado significativamente su tono.
Un largo camino por recorrer
La crisis de salud está lejos de terminar. Por tanto, el primer trabajo de los responsables de la formulación de políticas es mantener medidas sanitarias sólidas hasta que la pandemia haya remitido. Las pruebas oportunas, la localización eficaz de contactos, el aumento de la capacidad hospitalaria y la mejora de los sistemas de salud siguen siendo prioridades, especialmente para los mercados emergentes y los países de bajos ingresos.
Los países deben planificar ahora para asegurar y distribuir rápidamente los suministros de vacunas cuando estén disponibles, con apoyo multilateral según sea necesario. Más allá de la respuesta sanitaria, se necesita un arsenal completo de políticas económicas para impulsar la economía global.
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