El Banco Europeo de Inversiones acordó eliminar gradualmente su financiación multimillonaria para combustibles fósiles en los próximos dos años.
La institución terminará su apoyo financiero a proyectos de petróleo, gas y carbón después de 2021. Esta política convertirá al BEI en el primer prestamista multilateral en descartar de su cartera aquellos proyectos que contribuyan a agravar la crisis climática.
La decisión salió adelante con el apoyo, entre otros, de España, Francia y Holanda, favorables desde un principio a excluir también el gas de la financiación. También influyó la posición de Alemania, que en la última fase de las negociaciones se planteó abstenerse por este motivo.
Se opusieron Hungría, Polonia y Rumanía, estados tradicionalmente más escépticos en lo que concierne a la política climática. Estos países pedían no dejar fuera el gas de manera inmediata. Esta es una opción por la que había abogado también la Comisión Europea durante los meses que lleva fraguándose la decisión.
«El BEI ha sido el banco climático de Europa durante años. Hoy ha decido dar un salto cuantitativo en su ambición. Dejaremos de financiar combustibles fósiles y lanzaremos la inversión de estrategia climática de cualquier institución financiera en el mundo», dijo el presidente del banco, Werner Hoyer.
#JustIn🔴The EU Bank is commited to achieve the #decarbonisation of European economies by 2050! Our Board of Directors approved a new #Energy Lending Policy coupled to an ambitious #climateaction strategy to make this objective a reality: https://t.co/7vozu7FNzK 🇪🇺🏦💚🌍 pic.twitter.com/DCsvYajVLP
— European Investment Bank (@EIB) November 14, 2019
Un camino aún por recorrer
El vicepresidente del brazo de préstamos de la UE, Andrew McDowell, dijo que la medida fue «un primer paso importante, no el último, pero probablemente uno de los más difíciles».
Bajo su nueva política, el banco no solo terminará todos los préstamos a combustibles fósiles dentro de dos años, sino que también alineará todas las decisiones de financiamiento con el acuerdo climático de París. Los proyectos de energía que soliciten fondos del BEI deberán demostrar que pueden producir un kilovatio hora de energía, además de emitir menos de 250 gramos de dióxido de carbono.
La decisión de priorizar las energías renovables y eficientes sigue una promesa política de la nueva presidenta de la Comisión Europea. Ursula von der Leyen ofreció convertir al BEI en un «banco climático», desbloqueando un potencial de un billón de euros en fondos para ayudar a mudar la economía de Europa hacia una energía más limpia.
Von der Leyen también quiere que la UE aumente su objetivo de reducir las emisiones en al menos 40%, desde los niveles de 1990 para 2030, en apoyo a los planes para convertirse en el primer continente neutral en clima para 2050.
Además de dejar de financiar los combustibles fósiles, el BEI rebajó el umbral de emisiones que pueden tener las centrales energéticas para poder recibir financiación. Este nivel está actualmente en 550 gramos de dióxido de carbono para producir un kilowatio a la hora actuales. A partir de ahora, será de 250 gramos por kilowatio.
La UE tiene como meta conseguir una cuota de 32% de energías renovables para 2030. También estudia fijarse como objetivo ser un continente climáticamente neutro para 2050. Al mismo tiempo, la Comisión Europea tiene como prioridad trabajar en un Nuevo Acuerdo por el Clima. Este convenio se vería reforzado con la estrategia trazada por el BEI.
Una medida bien recibida
La decisión de detener el flujo de capital hacia proyectos de combustibles fósiles fue bien recibida por los grupos ambientales y por diversas organizaciones. Lo consideran como un paso importante hacia el objetivo de la UE de ser neutral en carbono para 2050.
La Comisión Europea emitió un comunicado en el que muestra su apoyo a esta nueva política de préstamos de energía del BEI.
«La Comisión cree que la transición de la energía limpia debe ser gradual, socialmente justa, basada en una amplia gama de fuentes y tecnologías de energía y realizada de manera que ninguna región se quede atrás», destaca el documento.
En el texto, también se afirma que «la Comisión apoya un aumento de la financiación de energía con bajas emisiones de carbono, que también dará lugar a una eliminación gradual del apoyo a proyectos de combustibles fósiles, incluido el gas natural».
«La UE está firmemente comprometida a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático», agrega.
We believe that the clean energy transition should be gradual, socially fair, based on a broad range of energy sources and technologies and done in a way that no region is left behind.🌼🇪🇺
Our statement → https://t.co/S7ykiIK46J #ThisIsTheEU pic.twitter.com/j05xQMfXZF— European Commission (@EU_Commission) November 15, 2019
Por su parte, Greenpeace destacó que si bien la nueva política significa que la UE terminará en gran medida el apoyo al carbón y al petróleo, la financiación continua de proyectos como gasoductos hasta 2021, y la modernización de la infraestructura existente de combustibles fósiles más allá de 2021 amenaza los compromisos climáticos de la UE.
⚠️HUGE NEWS: The European Investment Bank @EIB – the world's largest public lender – will stop funding for coal and oil projects.
But, this is just the beginning… ALL funding for fossil fuel projects should be banned to avert the #ClimateCrisis.https://t.co/ZLpf0mCnoD
— Greenpeace International (@Greenpeace) November 15, 2019
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