Resiliencia para afrontar necesidades sanitarias. En estos tiempos en que todos en el mundo tienen que unirse para enfrentar al coronavirus COVID-19, las personas y las empresas necesitan más que nunca tener la capacidad suficiente para manejar y poder adaptarse a situaciones tan adversas como las que está generando la pandemia.
Se requieren mascarillas, batas, guantes, respiradores, pruebas de diagnóstico rápido o geles desinfectantes. Las empresas especializadas del sector elevarán su producción, no obstante, la demanda supera con creces lo que pueden proveer.
Y es que el sector encargado de su manufactura no se da abasto, por lo que se han tocado las puertas en otros países. Este miércoles el ministro de Sanidad, Salvador Illa anunció la compra a China de 432 millones de euros en material sanitario. También el Ejecutivo se dirigió al Centro Euroatlántico de Coordinación de Respuesta a Desastres, dependiente de la OTAN, pero la crisis de España la atraviesan otras naciones miembros. Lo mismo hizo ante la Comisión Europea.
En este contexto, y con un virus que no da todavía señales de disminuir en España, el Ministerio de Industria trabaja con las principales asociaciones de productores para que se aboquen a la fabricación de material sanitario, aunque eso signifique dar un salto y reorientar sus actividades.
Operación de Estado en tiempos de guerra
En lo que califican como una Operación de Estado, empresas de sectores como automoción, aeroespacial o digital pondrán en marcha líneas de producción a gran escala de mascarillas de todo tipo, gafas, batas desechables, electroválvulas y respiradores. El fabricante de piezas de coches, Antolín, dirigirá sus esfuerzos en las próximas semanas a confeccionar batas desechables.
Empresas que tradicionalmente se encargan de la producción de cosméticos, perfumes y bebidas espirituosas se abocarán al desarrollo de geles y soluciones hidroalcohólicas, mientras otras se valdrán de la impresión 3D para adaptar su producción.
El Gobierno colabora con la industria impulsando su capacidad productiva de material sanitario. Hay líneas de trabajo para producir a gran escala mascarillas, batas, solución hidroalcohólica o respiradores. #EsteVirusLoParamosUnidos
Lo explica la ministra de @mincoturgob ⤵ pic.twitter.com/xRuZx0kacJ
— La Moncloa (@desdelamoncloa) March 24, 2020
El objetivo de la Operación de Estado es fabricar en grandes volúmenes productos homologados por las autoridades. Se trata de cambiar los procesos productivos para enfrentar la crisis.
Garantizar necesidades sanitarias
«El autoabastecimiento es lo que nos va a garantizar tener estos productos durante estas semanas y meses», afirmó el ministro Illa. Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, expresó:
“En este momento es crucial garantizar el abastecimiento para proteger la salud de la población, de los profesionales sanitarios y de los trabajadores destinados en servicios esenciales o en labores de abastecimiento”.
La decisión se terminó de perfilar después de una reunión telemática con la dirigencia sindical de UGT y CCOO, al igual que con la patronal digital (Ametic), la de la automoción (Anfac), la papelera (Aspapel), la farmacéutica (Farmaindustria), la de corte y confección (Fedecon), la química (Feique), la de tecnología sanitaria (Fenin), la de industria alimentaria (Fiab), la cementera (Oficemen), la de los bienes de equipo (Sercobe) y la de componentes (Sernauto).
Gracias por vuestro compromiso y sentido cívico.
Gracias por vuestras ideas y vuestra predisposición a trabajar unidos para derrotar al #COVID19. 🇪🇸#EsteVirusLoParamosUnidos https://t.co/7OSPGAZRDj— Reyes Maroto (@MarotoReyes) March 23, 2020
“El Gobierno está trabajando para potenciar la producción nacional de material sanitario, imprescindible para salvar vidas, y para ello contamos con una industria comprometida y excelente capital humano para estar a la altura de este desafío”.
De acuerdo a Maroto hay que pensar no solo en el hoy sino en el futuro, por lo que es clave contar con una reserva estratégica. También pensar en la posibilidad de ayudar a afrontar las necesidades sanitarias de otros países, como los de Latinoamérica, que van con más retraso en la lucha contra el coronavirus.
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