Las empresas de Estados Unidos, afectadas por el coronavirus, afirman haber tenido una caída en las ventas y la inversión por primera vez desde la crisis financiera mundial de 2008.
Entre los empresarios entrevistados en un sondeo de opinión no hay consenso sobre cuándo mejorarán las condiciones. Alrededor del 30% dice que tomará entre tres y seis meses. Mientras que otros esperan una mejora en cinco a ocho semanas.
Un panorama incierto
La encuesta trimestral de la NABE (Asociación Nacional de Economía Empresarial) se realiza en momentos en que la economía mundial está al borde de su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. La actividad empresarial, los mercados financieros y la confianza del sector privado ha caído a niveles nunca vistos. Los analistas estiman que, si la cooperación internacional se mantiene en su nivel actual, está por venir un colapso mucho más severo.
The NABE Q1 Business Conditions Survey was released this morning, with the worst results since the global financial crisis in most areas. Public summary & full report for NABE members at https://t.co/69FnMqouU7. Sign up for today's free webinar @ 3PM EDT: https://t.co/dvwKPRpbaa pic.twitter.com/XqoQoXtOnM
— NABE (@nabe_econ) April 27, 2020
La actual recesión, extraordinariamente aguda, podría ser relativamente breve. La actividad económica pudiera volver a los niveles anteriores una vez que la curva de contagio de la COVID-19 se haya aplanado. Mucho dependerá de que las respuestas de los encargados de formular políticas sean suficientes para contener el daño mientras se reconstruye la confianza de los consumidores y las empresas.
Sin embargo, algunos analistas aseguran que una recuperación rápida sería altamente improbable. La demanda ha sido devastada, ha habido grandes interrupciones en las cadenas de suministro de fabricación y ya está en marcha una crisis financiera.
A diferencia del colapso de 2008-09, que se desencadenó por la escasez de liquidez en los mercados financieros, la crisis de la COVID-19 involucra problemas de solvencia fundamentales para empresas y sectores enteros más allá del área financiera.
Pesimismo en los encuestados
«Los encuestados informan que el último trimestre fue el peor desde la crisis financiera mundial por ventas, márgenes de ganancias, precios y gastos de capital», dijo Megan Greene, directora de la encuesta de condiciones comerciales de la NABE.
Un tercio de los entrevistados dice que las operaciones de sus empresas se han visto «severamente afectadas«, incluidas algunas compañías que han tenido una «suspensión total de las operaciones«.
La encuesta NABE realizada entre 107 economistas de negocios de todas las industrias, realizada entre el 13 y el 16 de abril, también mostró que el 86% de los entrevistados esperaba que el crecimiento económico se contrajera este año.
Por el lado positivo, las tres cuartas partes de los entrevistados dijeron que esperan que sus empresas puedan «mantenerse a flote» durante más de seis meses sin la ayuda del gobierno.
El estudio fue el último indicio de los vientos en contra de la economía estadounidense causados por la pandemia. La crisis sanitaria ha afectado a las principales industrias y socavado el crecimiento económico. También generó que cerca de 26 millones de personas presentaran solicitudes de beneficios por desempleo.
A niveles de la última recesión
Por primera vez desde la crisis financiera mundial que comenzó en 2007, la mayoría de las empresas de Estados Unidos vio una caída de las ventas, en lugar de aumentar, en los últimos tres meses.
Alrededor de un tercio de los entrevistados dijo que sus empresas se vieron «severamente afectadas» por los cierres pandémicos, aunque solo el 2% había dejado de operar por completo.
La Asociación Nacional de Economía Empresarial informó que el 63% de las empresas ha paralizado las contrataciones. Un 34% está cerrando operaciones en su totalidad o en parte. El 31% suspendió a sus empleados. Y el 17% despidió a los trabajadores.
Apoyo gubernamental
El Congreso de Estados Unidos anunció la promulgación de casi 3 billones de dólares en medidas de ayuda para impulsar la economía contra la pandemia y los bloqueos impuestos para detener la propagación del virus. El programa incluye provisiones por cientos de miles de millones de dólares en préstamos y subvenciones a empresas que luchan por sobrevivir.
Entre los 107 encuestados, el 46% declaró que no necesitarían la ayuda financiera del gobierno. Sin embargo, el 31% de las empresas del sector servicios indicaron que se estarían suscribiendo para recibir asistencia financiera a través del programa de estímulo.
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