La propagación del virus de la COVID-19 ha hecho que las empresas se reinventen. Una de ellas es una empresa belga que cambia de rumbo para coser mascarillas a la población sorda, una las más afectadas. Al quedar tapado completamente una parte del rostro, la comunicación entre dos personas por lenguaje de señas no es posible.
Las personas con discapacidad auditiva confían en las expresiones faciales porque son parte de la gramática del lenguaje de signos, al igual que el movimiento de los labios. Se pierde información si no se puede ver la cara por completo.
Por ello, la empresa belga Broaching Renaître -líder en el sector de los catálogos- ha visto la necesidad que tienen estas personas con discapacidad auditiva. Ahora fabrica mascarillas con una tela transparente que permite ver los labios.
Ejemplo de trabajo en equipo
La empresa belga cuenta con 150 empleados de los cuales, cerca del 60% tiene algún tipo de discapacidad, entre ellas personas con pérdida auditiva. Por ello las mascarillas eran una necesidad para sus trabajadores.
La directora de la empresa belga, Sabine Charlier, contó que a principios del mes de mayo diseñaron un prototipo al coser mascarillas para una de las empleadas sordas. Al verlas, las autoridades regionales les encargaron 10.000 mascarillas.
Charlier comenta que en dos días compraron máquinas de coser, tela, establecieron un método de trabajo, prepararon los modelos y hojas descriptivas con los pasos a seguir para su producción. Agrega que un viernes llegaron 15 voluntarios, aprendieron a coser y al lunes siguiente estaban operativos. Ahora la idea permite que la empresa belga siga a flote.
La necesidad de una iniciativa funcional para sordos
La empresa belga fabrica más de 300 mascarillas para la población sorda a diario y con 15 personas han logrado sacar adelante la alta demanda.
Charlier dice que quienes piden estas mascarillas sanitarias son los terapistas de lenguaje, maestros de primaria, el personal sanitario y personas que trabajan con mayores, porque para algunas personas es muy importante ver la expresión de la cara.
Gracias a estas mascarillas, las personas con dificultades auditivas pueden comunicarse sin tomar riesgos. Ahora será más fácil ir al supermercado, comprar en una farmacia o simplemente entablar una conversación por señas con algún amigo.
Las pantallas faciales no solucionan por completo
Las mascarillas sanitarias para las personas sordas están diseñadas para la comodidad de grandes y pequeños que las necesiten. Aunque en un principio se pensaba que las pantallas faciales servirían, las mismas no solucionan completamente el problema de las personas con discapacidad auditiva.
Estas pantallas plásticas son consideradas como un equipo de protección personal, pero no pueden sustituir a las mascarillas. Tienen múltiples ventajas: pueden proteger de aerosoles y salpicaduras, permiten ver los labios para la comunicación por señas. Pero con este complemento las vías respiratorias quedan desprotegidas, por lo que deben usarse con las mascarillas sanitarias completas.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha destacado que la pandemia está exacerbando las desigualdades y la exclusión que sienten los grupos más vulnerables de la sociedad.
«Las personas con discapacidades son de las más golpeadas por la COVID-19. Con la vista puesta en el futuro, tenemos una oportunidad única para diseñar e implementar sociedades más accesibles para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible».
Empresas e iniciativas españolas esperan aprobación
Entretanto, en España emprendedores también se han sumado a la iniciativa de no dejar a nadie atrás. Desde mascarillas para los más pequeños como para personas sordas, los fabricantes han abierto un nicho de trabajo necesario para esta etapa de desconfinamiento.
Pero siguen a la espera de la aprobación en materia de seguridad y protección por parte de las autoridades sanitarias.
La Confederación Estatal de Personas Sordas asegura que al menos más de un millón de personas en España tienen discapacidad y/o deficiencias auditivas. Sin embargo, no todas ellas pueden hacer lectura labiofacial.
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