Por Carlos Martínez*
4/10/2017
*Presidente de IMF Business School
La amenaza de tormenta en nuestro mercado laboral parece que ha amainado en el mes de septiembre. Sobre todo, después de los malos datos registrados en el mes de agosto. Ese mes se dio el peor registro desde el años 2008 –con casi 180.000 cotizantes y casi 47.000 parados más–).
Este año, probablemente por el fin de la excelente temporada turística y por la inestabilidad económica que ha podido suponer el asunto catalán (informes del Banco de España donde se alerta que esta situación puede afectar de manera severa a la confianza de los agentes y la financiación), ha supuesto un mal dato, pero mejor de lo esperado, pues en el mes de septiembre el número de desempleados inscritos en las oficinas del SEPE, ha aumentado en más de 27.858 personas, siendo el peor dato de los últimos cuatro años.
Por otro lado, la noticia positiva y realmente importante la ha protagonizado el número de nuevos cotizantes a la Seguridad Social, con más de 23 mil nuevas incorporaciones (mejor dato desde 2005), dejando el número final en 18,3 millones. Todo esto, eleva el número de parados a 3.410.000 desempleados.
Los motores del empleo
Un año más, y fruto de la estacionalidad, la agricultura y la construcción han sido uno de los motores del empleo en este mes, además de la educación, con más de 50.000 nuevos afiliados. Por otro lado, la industria ha mantenido el tipo.
Hay datos especialmente positivos y destacables en los últimos 12 meses. La afiliación a la Seguridad Social ha subido en 624.000 personas. Cada vez con más fuerza los contratos indefinidos están subiendo sobremanera, sólo este mes han crecido un 9,2%, mejorando la precariedad de nuestro mercado laboral (mejor dato desde que se inició la recuperación).
Si hacemos un análisis de los datos desde el mes de abril hasta septiembre, vemos cómo, año tras año, vivimos instalados en un diente de sierra con continuos altibajos derivados de la estructura de nuestro tejido productivo: pymes, turismo, etc. y que hacen que tener un empleo seguro y con estabilidad sea una utopía.
Debemos reflexionar sobre estos datos cuando nuestra economía está creciendo al 3% y entre agosto y septiembre hemos perdido cotizantes a la Seguridad Social. Hay un aspecto que parece claro y es que, antes de la crisis, nuestro mercado laboral estaba sobredimensionado. Si analizamos nuestro mercado laboral en relación con la producción, observamos que ya estamos en niveles precrisis, pero en cuanto al empleo se refiere, la brecha con respecto al comienzo del 2008 es enorme; tanto, que habiendo recuperado sólo el 60% del empleo perdido y con dos millones menos de personas empleadas, se ha aumentado la productividad enormemente de forma que se consiguen la misma cantidad de bienes y servicios que en 2008.
Calidad del empleo
Este importante dato supone un verdadero cambio en la estructura laboral de España donde en los últimos años se ha producido un gran avance en las exportaciones y un progreso importante del empleo cualificado. Si queremos que la estabilidad crezca debemos vigilar la calidad en el empleo y no perder de vista los colectivos con más formación y productividad. Debemos fidelizarlos y evitar la fuga de talento que hemos sufrido estos últimos ocho años.
Otro dato para tener en cuenta a futuro y que viene agravándose desde 2012, es la tasa de población activa. Desde el año 2002 al 2012, la población en disposición de trabajar subió en más de cuatro millones, pero a partir de 2012, donde en el cuarto trimestre alcanzamos la cifra récord de 23,5 millones de efectivos, la cifra ha caído en más de 800.000 personas en sólo cinco años (salida de inmigrantes, españoles que trabajan fuera, natalidad, etc.). Esto explica que el desempleo haya bajado más rápidamente que la creación de empleo. Si no se hubiese producido esta caída demográfica, nuestro desempleo todavía y a pesar del crecimiento económico, estaría por encima del 20%.
Debemos pensar que el efecto que esto tiene sobre nuestro PIB, nuestras pensiones y, en general, sobre nuestro sistema de bienestar es considerable.