El presidente de Francia, Emmanuel Macron, habló con total claridad. No dejó cabos sueltos y expuso sus puntos de vista acerca de la creciente tensión con la comunidad musulmana en su país. Fue respetuoso, pero firme. No ha sido fácil para el gobierno galo manejarse en un conflicto ciertamente complejo y espinoso. Y a juzgar por las reacciones que han seguido a sus declaraciones, resulta más que evidente que lo que se avecina no será más sencillo.
El mandatario concedió una entrevista a Al Jazeera. Allí dijo que comprende los sentimientos de los musulmanes, que están conmocionados por la exhibición de las caricaturas del profeta Mahoma. Pero agregó que el «Islam radical» -que su administración está decidida a combatir- es una amenaza para todos, especialmente los musulmanes. Y algo más, si bien mostró su total respeto por la multiculturalidad, recalcó que su deber como presidente es defender los valores franceses. En este punto fue particularmente severo.
Un hervidero social
Los comentarios de Macron se produjeron en medio de las intensas tensiones entre el gobierno francés y el mundo islámico, por esas caricaturas. Los musulmanes las consideran blasfemas. El juicio por los ataques a las antiguas oficinas del semanario Charlie Hebdo, tras la publicación de la representación gráfica del profeta, ha revivido la polémica. El asunto afecta tres puntos álgidos para la sociedad gala: la libertad de culto, la libertad de prensa y el Estado laico.
Francia está en medio de un creciente conflicto. El espinoso asunto derivó en la decapitación de un maestro y el ataque a una iglesia en Niza, que dejó tres muertos. Todo esto en las últimas semanas.
Macron declaró en la entrevista que entendía que las caricaturas del profeta Mahoma podrían ser impactantes para la comunidad musulmana. No obstante, desmintió las informaciones de que el estado francés estaba detrás de ellas.
«Entiendo los sentimientos que se expresan y los respeto. Pero deben comprender mi papel en este momento, es hacer dos cosas: promover la calma y también proteger estos derechos«, dijo Macron. «Siempre defenderé en mi país la libertad de hablar, escribir, pensar, dibujar», agregó.
Distorsiones del Islam
El presidente francés dijo que creía que las naciones musulmanas habían tenido fuertes reacciones porque la gente había pensado erróneamente que él apoyaba las caricaturas, o incluso que habían sido creadas por el estado francés.
«Creo que las reacciones vinieron como resultado de mentiras y distorsiones de mis palabras porque la gente entendió que yo apoyaba estas caricaturas», dijo en la entrevista. «Las caricaturas no son un proyecto gubernamental, sino que surgieron de periódicos libres e independientes que no están afiliados al gobierno», agregó.
«Hoy en el mundo hay personas que distorsionan el Islam y en nombre de esta religión que dicen defender, matan, masacran… hoy hay violencia practicada por algunos movimientos e individuos extremistas en nombre del Islam».
Emmanuel Macron también dijo que un boicot a los productos franceses propuesto en medio de la ira por las caricaturas era «indigno» e «inaceptable».
Respeto mutuo
En la entrevista, Macron aseguró que quienes vivan en su país deben respetar sus valores. «Los niños y las niñas tienen los mismos derechos, hay igualdad, y quien no lo acepte no puede vivir en Francia. Los extremistas enseñan que Francia no debe ser respetada. Enseñan que las mujeres no son iguales a los hombres, que las niñas no deben tener los mismos derechos que los niños. Te lo digo muy claro: no en nuestro país».
Aseguró que «veo muchas mentiras y quiero aclarar lo siguiente: Lo que estamos haciendo ahora mismo en Francia es luchar contra el terrorismo que se comete en nombre del Islam, no contra el Islam en sí. Este terrorismo se ha cobrado la vida de más de 300 de nuestros ciudadanos«.
Una polémica nueva ley
Macron defendió sus planes de un proyecto de ley para combatir el extremismo islámico, diciendo que ayudaría a defender a la comunidad musulmana en Francia. Agregó que la legislación se enfocaría en personas que promueven el extremismo.
«Vamos a evitar que los niños abandonen la escuela, vamos a evitar el financiamiento vinculado a las actividades terroristas (…) Y sobre todo, vamos a asegurar … que todos, sea cual sea su religión (…) respeten plenamente el leyes de la República Francesa«.
En este mismo esfuerzo, dijo que Francia también reformaría sus políticas de vivienda y educación y trabajaría para empoderar a los desfavorecidos.
Hizo un llamamiento a la comunidad islámica para ayudar a combatir el flagelo de los grupos violentos y extremistas que secuestran el Islam para cometer actos inhumanos, en alusión a ISIS, los islamistas en la región del Sahel, los talibanes y Al Qaeda.
El valor de laicismo
El Islam es la segunda religión en Francia, que tiene la mayor población musulmana de Europa Occidental.
El preciado valor del laicismo de Francia, que está destinado a garantizar la libertad religiosa, ha sido utilizado en los últimos años por el estado para reinar en las costumbres practicadas por algunos musulmanes.
La ley propuesta por el presidente puede significar más retoques a la ley de laicismo de 1905, nacida de un conflicto con el poderoso clero católico romano.
Una reacción desproporcionada
Si bien las declaraciones de Emmanuel Macron apuntaban constantemente al respeto y comprensión hacia la comunidad musulmana, las reacciones altisonantes en el mundo islámico no se hicieron esperar. Cientos de manifestantes en Pakistán quemaron efigies del presidente de Francia. También corearon consignas anti-francesas. Todo esto, mientras el mandatario intentaba enviar un mensaje de comprensión a los musulmanes.
Estas nuevas manifestaciones, que siguieron a las protestas contra Francia en todo el mundo musulmán la semana pasada, se produjeron después de la entrevista, que fue transmita por Al Jazeera del sábado por la noche. Que el mandatario dijera que entendía el impacto que sentían los musulmanes ante las caricaturas que representaban al profeta Mahoma, parece que no fue suficiente para los más radicales.
Conflicto con Erdogan
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien últimamente ha estado en desacuerdo con Emmanuel Macron en varios frentes, dijo que «todo tipo de insultos contra nuestro profeta apuntan a todos los musulmanes».
Macron pidió al líder turco que «respete a Francia y la UE, respete sus valores y no mienta ni lance insultos. Queremos que las cosas se calmen», agregó.
Más gasolina al fuego
El mandatario francés, en una muestra de respeto a la libertad de prensa, concedió esta entrevista al canal árabe Al-Jazeera, famoso por ser la plataforma para los musulmanes extremistas. Macron defendió su posición de que no estaba en contra de los musulmanes. Pero este mensaje no fue crucial para la audiencia y los periodistas.
El sitio web del canal publicó que, antes de la entrevista, «el presidente (Macron) había defendido el ‘derecho a blasfemar’ bajo los derechos de libertad de expresión».
También señalaba que el presidente de Francia «afirmó en un discurso que el Islam estaba ‘en crisis a nivel mundial’ y anunció su plan ‘reformar el Islam’ para hacerlo más compatible con los valores republicanos de su país».
«Macron reiteró su postura sobre las caricaturas después de que un profesor de francés, que mostró las caricaturas (…) fuera decapitado por un atacante (…) La semana pasada, las representaciones se proyectaron en edificios del gobierno francés», agrega Al Jazeera. De esta manera, reiteraban las presuntas declaraciones del mandatario, que generaron una ola de protestas.
Es la primera entrevista que realiza el presidente francés desde el inicio de la campaña anti-Francia de Qatar y su aliado Turquía. Los medios radicales siguieron divulgando declaraciones atribuidas al presidente Macron de que defendía la publicación de las caricaturas del profeta Mahoma.
La versión oficial
La oficina de Macron dijo que la entrevista tenía como objetivo aclarar los malentendidos en torno a la posición de Francia. Las palabras del presidente, según ellos, han sido sacadas de contexto.
«Nunca he dicho eso», le dijo Macron al entrevistador de Al Jazeera. Explicó que algunas traducciones falsas de sus palabras en los medios de comunicación mostraban que apoyaba las caricaturas que se burlaban del Profeta Mahoma. «Esas son mentiras».
«Pero nunca aceptaré que alguien pueda justificar el uso de violencia física por estas caricaturas. Y siempre defenderé la libertad de expresión en mi país, de pensamiento, de dibujo», puntualizó Emmanuel Macron.
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