La pandemia de la COVID-19 tuvo un gran impacto en la demanda de energía en 2020. Las emisiones globales de dióxido de carbono se redujeron en un 5,2 %. Sin embargo, a partir de 2021 el mundo ha experimentado una recuperación económica extremadamente rápida, impulsada por la distribución de vacunas para combatir el virus, y un importante estímulo fiscal y monetario para volver a la normalidad. Un reciente análisis de la Agencia Internacional de la Energía indica revela que las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía aumentaron un 6 % en 2021. Es decir, a 36.300 millones de toneladas, su nivel más alto en la historia.
La recuperación de la demanda de energía en 2021 a 36,3 gigatoneladas se vio agravada por el clima adverso y las condiciones del mercado energético, lo que llevó a que se quemara más carbón a pesar de que la generación de energía renovable registró el mayor crecimiento anual histórico. Las emisiones aumentaron en casi 2,1 Gt desde los niveles de 2020. El repunte en 2021 «revirtió con creces» la disminución que indujo la pandemia.
Emisiones de CO2 en 2021
Las cifras globales de emisiones de CO2 y demanda de energía se basan en el análisis región por región y combustible por combustible de la AIE. Utiliza los datos oficiales más recientes y los datos energéticos, económicos y meteorológicos públicos. El análisis, combinado con las estimaciones de emisiones de metano publicadas por la AIE y las estimaciones de óxido nitroso y emisiones de CO2 relacionadas con la quema, muestra que las emisiones generales de gases de efecto invernadero de la energía aumentaron a su nivel más alto en 2021. Antes, 2010 era el año con el mayor aumento interanual de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía.
El análisis señala que el aumento en un 6% en las emisiones de CO2 en 2021 estuvo en línea con el salto en la producción económica mundial del 5,9%. «Esto marca el acoplamiento más fuerte de las emisiones con el crecimiento del producto interno bruto desde 2010, cuando las emisiones globales se recuperaron un 6,1 % mientras que la producción económica creció un 5,1 % al salir el mundo salió de la crisis financiera», anota la agencia.
El carbón representó más del 40 % del crecimiento general de las emisiones globales de CO2 en 2021. Ahora, las emisiones de carbón alcanzan un máximo histórico de 15,3 Gt, superando en casi 200 Mt su pico anterior (2014). La demanda aumentó también en el gas natural y, en general, en todos los sectores.
La demanda de petróleo para el transporte
Las emisiones del petróleo se mantuvieron significativamente por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. Consecuencia de la recuperación limitada de la actividad de transporte mundial en 2021, por los bloqueos continuos y otras medidas para la reducción de la transmisión de COVID-19 en muchas economías importantes obstaculizaron la recuperación del transporte por carretera.
Un regreso a los niveles de actividad de transporte previos a la pandemia habría agregado otras 600 Mt a las emisiones globales de CO2 en 2021. Mientras que las emisiones de CO2 relacionadas con la aviación internacional en 2021 se situaron en el 60% (370 Mt) de sus niveles pre-pandemia.
Repunte de las emisiones globales de CO2
A pesar del repunte en el uso del carbón, las fuentes de energía renovable y la energía nuclear «proporcionaron un mayor porcentaje de la generación de electricidad mundial que el carbón en 2021». Las energías renovables alcanzaron un máximo histórico. Superaron los 8 000 teravatios-hora (TWh) en 2021. Es decir, unos 500 TWh más que en 2020.
La producción eólica y solar fotovoltaica aumentó en 270 TWh y 170 TWh, respectivamente. Mientras que la generación hidráulica disminuyó debido a los efectos de la sequía, especialmente en Estados Unidos y Brasil.
En cuanto al uso de carbón para la generación de electricidad, 2021 fue el año en el que más se intensificó por los altos precios del gas natural. Los costos de operación de las centrales eléctricas de carbón existentes en Estados Unidos y muchos sistemas eléctricos europeos fueron considerablemente más bajos que los de las centrales eléctricas de gas durante la mayor parte de 2021. El cambio de gas a carbón aumentó las emisiones globales de CO2 de la generación de electricidad en más de 100 millones de toneladas. Especialmente en los Estados Unidos y Europa.
China y la India encabezan la lista de países emisores
China fue el país que más contribuyó al repunte de las emisiones globales de CO2. Aumentó en 750 millones de toneladas entre 2019 y 2021. Solo en 2021 sus emisiones de CO2 superaron los 11.900 millones de toneladas, el 33 % del total mundial. La India también tuvo un gran aumento en las emisiones, superó los niveles de 2019.
En Estados Unidos, las emisiones de CO2 fueron un 4% inferiores en 2021, con respecto a su nivel de 2019. Mientras que en la Unión Europea fueron un 2,4% inferiores. En Japón cayeron un 3,7 % en 2020 y se recuperaron menos del 1 % en 2021.
No hubo una recuperación sostenible
A pesar de que el mundo tuvo una gran recuperación económica de la crisis global de la COVID-19, en 2021 no hubo una recuperación sostenible. Al comienzo de la pandemia en 2020, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, pidió a los países que pusieran la energía limpia en el centro de los planes de estímulo para contrarrestar la crisis del coronavirus.
El rastreador de recuperación sostenible de la AIE indica que los gobiernos han destinado 470.000 millones de dólares a la energía limpia como parte de sus medidas de recuperación hasta 2030. Las medidas hasta la fecha podrían movilizar alrededor de 400.000 millones de dólares al año en proyectos limpios, en el período 2021-2023. Sin embargo, solo representaría un 40 % de la inversión necesaria en el Plan de Recuperación Sostenible de la AIE.
El mundo ahora debe asegurarse de que el repunte global de las emisiones en 2021 sea único y que las inversiones sostenibles combinadas con el despliegue acelerado de tecnologías de energía limpia reduzcan las emisiones de CO2 este 2022. «Así se podría mantener viva la posibilidad de reducir las emisiones globales de CO2 a cero neto para 2050″, augura el análisis de la AIE.