Por Cambio16
01/06/2018
Crecieron emisiones de GEI en España durante 2017 en 4,46 %, respecto al año anterior. Se trata del crecimiento anual más alto de emisiones desde que entró en vigor el Protocolo de Kioto en 1997. Después del aumento experimentado en 2017, las emisiones alcanzaron un incremento respecto del año base de 1990 del 17,91%, reseña un informe de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) sobre la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Crecen emisiones de GEI en España, y se coloca como el país industrializado donde más han aumentado. Por ello sigue necesitando un importante esfuerzo para alcanzar los objetivos para 2030.
Para el Secretario confederal de Medio Ambiente y Movilidad de CCOO, Mariano Sanz Lubeiro, los resultados del estudio dan fe de que “con las políticas actuales, España está muy lejos de cumplir con la reducción de gases de efecto invernadero a la que nos obliga los compromisos internacionales”.
Según recoge el informe la causa del incremento de las emisiones de GEI en el año 2017 en gran parte se debe a la utilización de carbón para generación eléctrica en un 21%. Y del gas natural en las centrales de ciclo combinado en un 31,8%. El consumo de petróleo creció un 0,5% y el de gas natural un 9,8%. Mientras que en el sector del transporte por carretera las emisiones subieron en un 2,4% en 2017.
Asimismo, se tiene que las emisiones del año base 1990 eran de 287,7 millones de toneladas de CO2 equivalentes. Mientras que las emisiones en 2017 fueron de 339,2 millones de toneladas de CO2 equivalentes.
Baja en la generación hidráulica es un factor que elevó uso de fósiles
La CCOO indica que pese a la estabilización de la economía las emisiones de GEI en España han fluctuado en función de la hidroelectricidad. 2017 fue un año muy seco que implicó una escasa producción eléctrica hidráulica, que no pudo cubrirse con otras renovables. Advierte el documento que la administación de Mariano Rajoy frenó las renovables. Sobre todo en su primera legislatura.
Asimismo, las políticas públicas de ahorro y eficiencia energética no han contado con unas actuaciones, dotación presupuestaria y medidas de seguimiento suficientes como para que la disminución de emisiones pueda apreciar de de manera significativa, inquirió Sanz Lubeiro. Y al mismo tiempo aseguró que es necesario un esfuerzo de carácter político, económico y legislativo. “Si no se toman medidas adicionales no vamos a poder cumplir los compromisos adquiridos”, subrayó.
Los combustibles fósiles son los responsable del conjunto de las emisiones de GEI en España, y el auténtico nudo gordiano. En 2017 representó el 76,1% del total si se consideran los sumideros. Las mayores emisiones se deben a la generación de electricidad y al transporte por carretera. El resto corresponde a las diez refinerías de petróleo, consumos energéticos de la industria, transporte aéreo interior (no incluye el transporte aéreo con otros países), usos residenciales (sobre todo calefacción y agua caliente sanitaria) y servicios.
Los procesos industriales como la producción de cemento, industria química y metalúrgica, representaron en 2017 el 9,6%. La agricultura y la ganadería representan el 10,1% del total de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Un equivalente, con un aumento muy inferior al de los otros sectores emisores. Los residuos representan el 4,2% del total de las emisiones de CO2 equivalente. Las emisiones de metano son las más importantes.
Crecen emisiones de GEI en España porque no se ha hecho lo suficiente dice CCOO
Desde hace mucho tiempo, CCOO viene manifestando que no existen en España políticas climáticas coherentes ni suficientes para afrontar los escenarios de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a que nos obligan los compromisos internacionales. La única que se desarrolló con notable éxito en décadas pasadas es la de la potenciación de las energías renovables, pero el desarrollo de este sector se vio frustrado hace varios años cuando se aplicaron medidas de recorte y paralización para estas tecnologías.
La directiva de CCOO considera necesario fomentar medidas de ahorro y eficiencia energética en la industria, en los edificios y viviendas con medidas de rehabilitación energética, y en todos los demás sectores con cambios normativos y financiación adecuada que permitan reducir la demanda final de energía.
Igualmente, debe disminuirse progresivamente el uso del carbón y la energía nuclear en la generación eléctrica. Para ello es preciso establecer medidas de transición justa para los trabajadores, trabajadoras y zonas afectadas.
Se deben limitar las inversiones en nuevas infraestructuras de gas que actualmente están sobredimensionadas y que han tenido un alto coste que afecta a la tarifa. Igualmente, hay que avanzar en la movilidad sostenible (incluidos los desplazamientos por motivo del trabajo). Además del cambio modal potenciando el transporte público y los modos ciclista y peatonal. Y potenciar decididamente la electrificación del transporte.
Para el grupo sindicalista, uno de los temas clave, es la reforma fiscal energética. Consideran que debe crearse un impuesto al CO2 y a otros contaminantes atmosféricos que incremente la fiscalidad de los hidrocarburos. Con esos recursos se debe reordenar al sector eléctrico, de manera que se grave a los fósiles y a la energía nuclear. Y al tiempo se obtengan fondos para la transición energética.
Por último, estiman preciso modificar el actual modelo marginalista de fijación de precios del mercado eléctrico. Uno nuevo basdo en los costes reales de generación o en el coste marginal pero para cada tecnologías eléctricas.
Para más información vinculada visite: Energía16