Por Cambio16
22/03/2018
Las emisiones de CO2 aumentaron 1,4% el año pasado. Esto implica que alcanzaron un máximo histórico de 32,5 gigatoneladas. Así lo refleja un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE). El resultado llama la atención ya que la cifra se mantenía estable desde hace tres años. Lo que quiere decir que el esfuerzo reducir las emisiones en pro del cambio climático no es suficiente.
Sin embargo el aumento no fue mundial, sino global. Países como EEUU, Reino Unido, México y Japón presentaron reducciones significativas. En especial EEUU por la aplicación intensa que ha tenido en el sector de las energías renovables.
Hidrocarburos influyeron en las emisiones de CO2
El crecimiento de las emisiones de CO2 estuvo relacionado con varios factores. La demanda mundial de energía fue alimentada por el petróleo, gas natural y el carbón. Las energías renovables representaron además gran parte. Este resultado se produjo después de tres años de emisiones planas. Sin embargo tiene mucho que ver con la fuerte reducción que hace falta para cumplir los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El aumento en las emisiones de carbono, equivalente a las emisiones de 170 millones de automóviles adicionales, fue el resultado de un sólido crecimiento económico global del 3.7%. Esto representa menores precios de combustibles fósiles y esfuerzos de eficiencia energética más débiles. Estos tres factores contribuyeron a impulsar la demanda energética mundial en un 2,1% en 2017.
Como referimos la mayor disminución provino de los Estados Unidos. Ahí las emisiones disminuyeron en un 0.5%, o 25 Mt, a 4 810 Mt de CO 2. Mientras que en Reino Unido fue de 3.8%, o 15 Mt, hasta 350 Mt de CO 2, su nivel más bajo registrado hasta 1960. En México 4$ y en Japón 0,5%.
Las emisiones de CO2 en la carrera por el cambio climático
La AIE asegura que el escenario futuro del cambio climático queda entredicho. En ese escenario, las emisiones de CO2 globales deberán llegar a su punto máximo. Esto con la intensión de disminuirlas drásticamente hasta 2020.
Con los resultados obtenidos ahora la meta debe ser mayor. Pues al haber aumentado las emisiones se tranca el juego. La proporción de fuentes de energía bajas en carbono tendría que aumentar en 1.1 puntos porcentuales cada año para cumplir los objetivos. Más de cinco veces el crecimiento registrado en 2017.
Estas cifras se enfocan más hacia el sector eléctrico. Así como en la generación a partir de fuentes renovables que necesitaría aumentar en promedio 700 TWh anuales. Eso es prácticamente el 80% más que el aumento de 380 TWh registrado en 2017.