A medida que los fenómenos climáticos se hacen extremos, a través de intensas olas de calor, sequías y ausencia de precipitaciones, los embalses descienden a niveles de alto riesgo. Comprometiendo el almacenamiento de agua para el desarrollo y riego, la hidroelectricidad y el control de inundaciones. La sedimentación de los embalses se añade a los problemas presentes en esas grandes infraestructuras. Y es un desafío importante por cuanto dejan cada vez menos espacio para el agua.
¿Qué tan grave es el problema?. Algunas presas podrían perder hasta el 50 % de su capacidad de almacenamiento de agua a mediados de siglo, según un nuevo estudio publicado en la revista Sustainability. Los responsables son investigadores del Instituto para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud de la Universidad de las Naciones Unidas y otras instituciones.
La investigación estima que la pérdida de almacenamiento por sedimentación se observa en más de 47.000 grandes represas en 150 países. Y califica la sedimentación de embalses como “un desafío importante que debe ser dirigido».
El estudio no es el primero en sugerir que la sedimentación es un problema; eso se sabe desde hace décadas, aunque los investigadores sostienen que se ha ignorado en gran medida. Su trabajo, sin embargo, es el primero en evaluar la pérdida potencial de almacenamiento a escala global.
En promedio, descubrieron que para 2050 las principales represas del mundo habrán perdido más de una cuarta parte de su capacidad de almacenamiento. Sus hallazgos variaron según la región y el país, siendo el tamaño y la edad de las represas los factores más importantes.
El problema de la sedimentación de los embalses
Esta es «una alerta sobre este creciente desafío mundial del agua con implicaciones de desarrollo potencialmente significativas», escriben.
Se espera que Estados Unidos experimente la segunda mayor pérdida de almacenamiento en las Américas después de Panamá. Con una reducción esperada del 34 % en sus 7.469 grandes represas para 2050. Europa, con miles de represas antiguas, ya ha perdido el 19 % de su capacidad de almacenamiento y ese número subirá al 28% en los próximos 30 años, reseña The Revelator.
En África, donde la construcción de represas es más reciente, se pronostica que las pérdidas por almacenamiento serán del 17 % para 2030 y del 24 % para 2050. La nación más afectada será el archipiélago de Seychelles, que tiene dos grandes presas de alrededor de medio siglo de antigüedad. Se prevé que esos embalses pierdan la mitad de su capacidad de almacenamiento para 2050 por la sedimentación.
Asia-Pacífico, la región con más represas del mundo, debería esperar pérdidas de capacidad de alrededor del 23% para mediados de siglo, menos que otras regiones. Japón sentirá las mayores pérdidas, donde el promedio de daños es de 100 años. El país ya ha perdido el 39% del almacenamiento en sus embalses, y eso aumentará al 50% para 2050. Después de Japón, le siguen Azerbaiyán (24%), Israel (24%), Kazajstán (20%) y Afganistán (20%).
“En Asia, la región donde vive el 60% de la población mundial, el almacenamiento de agua es crucial para mantener la seguridad hídrica y alimentaria”, escriben los investigadores. “Enfrentará un futuro más desafiante si pierde el 23% de su almacenamiento de agua en grandes represas debido a la sedimentación”.
Almacenamiento de agua será crucial
Uno de los problemas más significativos de la sedimentación en los embalses, tal y como señala el estudio, es la pérdida de capacidad de almacenamiento para el abastecimiento de agua. Y el control de inundaciones. A medida que el cambio climático trae sequías más largas y tormentas más grandes, maximizar el almacenamiento de agua será aún más crucial.
Pero la pérdida de sedimentos que bloquean las represas también es importante río abajo. El flujo de sedimentos en los ríos proporciona el material para bancos de arena, dunas, marismas e islas de barrera. Estas estructuras ayudan a proteger a las comunidades de inundaciones, marejadas ciclónicas y mareas crecientes. Y también proporcionan hábitat y transportan nutrientes utilizados por la vida silvestre.
La sedimentación proviene de las riberas de los ríos y la escorrentía de las tierras altas. Pero actividades como la deforestación, la minería y otros desarrollos pueden hacer que aumente. Y últimamente lo ha hecho.
Un estudio publicado en junio de 2022 en Science encontró que en el norte hidrológico global, las represas han bloqueado casi la mitad del sedimento que solía fluir río abajo. Pero en el sur hidrológico global, el uso más intensivo de la tierra está causando una mayor erosión. Esto lleva a alrededor de un 41 % más de sedimentos suspendidos en los ríos desde la década de 1980.
Allí hay menos represas para bloquear los sedimentos, pero es probable que eso cambie con 300 grandes represas planificadas para el Amazonas. Y más para otras partes de América del Sur y Oceanía.
Algunas soluciones en el tablero
«El Amazonas, que exporta dos tercios de los sedimentos de América del Sur y más sedimentos que cualquier otro río del mundo, alberga una biodiversidad de canales. Llanuras aluviales y estuarios sin igual a nivel mundial y transfiere nutrientes esenciales a las aguas costeras», señalan los investigadores. “Los proyectos de represas planeados allí y en otros ríos no regulados son particularmente impactantes porque la ausencia actual de represas permite el transporte fluvial de sedimentos prácticamente sin control, condiciones que persisten a lo largo de algunos ríos importantes”.
¿Cómo resolvemos este problema? Los investigadores apuntan al dragado pero advierten que es costoso y temporal. Una opción más barata es eliminar los sedimentos, pero eso puede tener «impactos adversos significativos río abajo», indican. Una mejor opción sería desviar los flujos alrededor de la presa usando un canal separado.
Hay otra opción. “La eliminación completa de los embalses, incluidos los que están llenos de sedimentación, también es una práctica emergente (lenta)”, comentan. “La eliminación de represas puede devolver los ríos a su estado natural y restablecer el transporte natural de sedimentos del río”.
Ninguna de las soluciones es fácil, barata o rápida, razón por la cual los investigadores esperan que su estudio pueda impulsar la acción.
“Lo que es importante subrayar es que la magnitud general de las pérdidas de almacenamiento de agua debido a la sedimentación es bastante preocupante”, precisan. “Se suma a la lista de problemas de desarrollo del agua que el mundo ya enfrenta y no ha podido resolver”.