«Y no hay mejor manera que dar, que siendo una persona preparada, informada y bien educada, por lo cual recibirás los mismos méritos, gentilicios y derechos”.
Tierra santa refundada entre olivos, cal y arena, visitarla, sentirla, apreciarla, es dar un salto a más de tres mil años de historia realmente fascinante. Testimoniar como Israel -con apenas 71 años de vida- se ha convertido en un Estado sólido, seguro y próspero. Es interesante y muy aleccionador. Sin duda uno de los grandes ejemplos a seguir…
Cultura milenaria es sabiduría…
Conversando con Yosi, uno de nuestros amables anfitriones en Israel, me comenta con sencillez algunas virtudes de su arraigada cultura. “Dar en hebreo se escribe ‘Natán’ que se lee igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha. Esto quiere decir que el que da también recibe. Por ello nada en la vida es una casualidad. Todo es producto de una cadena de causas y motivos impulsados tanto por lo espiritual como lo material. Cada uno de nosotros debemos intervenir en los procesos de crear, transformar o mejorar para luego celebrar la vida, pero la vida en paz, en libertad, que es felicidad, que es amor”.
Cada paso por tierra de Jacob encontramos ese carácter. Gente decidida a velar por su nación aportando lo mejor de sí. Y no hay mejor manera que dar, que siendo una persona preparada, informada y bien educada, por lo cual recibirás los mismos méritos, gentilicios y derechos, que derivan de la justicia del amable, aplicado y respetuoso. A partir de allí, arar en el desierto brota desde dátiles, olivos o tomates -gota a gota- hasta autopistas, trenes, hospitales y universidades. Gota a gota…
Nada en Israel ha sucedido por casualidad… Visitando al Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Tel-Aviv, Leo Corry, venezolano graduado en 1977 en la Universidad Simón Bolívar, me comenta que llegó hace 42 años a Israel cuando apenas existían calles de una vía, lúgubres alambrados y caseríos en colinas y planicies inhóspitas. 42 años más tarde, pasaron de una vialidad rural a grandes autopistas; de pequeños asentamientos a regias urbanizaciones, de la oscuridad a la luz, a centros financieros y regias universidades, como la de Tel Aviv, que está en el ranking de las primeras 5 universidades del mundo promotoras de Starts-Ups.
Hoy Ud. viaja de la ciudad vieja de Jerusalén a Tel-Aviv en un tren rápido que recorre 66 kilómetros en 22 Minutos, que de arenosa se hizo verde, llegando a una ciudad cosmopolita de 2 millones de habitantes con una potencia urbana que viste rascacielos elegantes y futuristas.
Tel Aviv contrasta con Jerusalén donde se respira historia en cada esquina. Jerusalén arropa las religiones Judía, Cristiana, Musulmana y Católica. En menos de 1 km a la redonda, Ud. va de la impactante Capilla del Santo Sepulcro a la Mezquita Al-Aqsa y el muro de los lamentos. Es la consolidación del saber milenario, de lo viejo y lo nuevo, de la guerra a la paz, en una nación donde se siente la vigorosidad de una persecución insaciable que atraviesa un decidido proceso de redención.
Masada: El epicentro de la dignidad
Cuando Herodes trató de ocupar Masada, el pueblo judío resistió por meses la fiereza de la logia Romana con cinco mil hombres ataviados y armados a todo galope. Finalmente alcanzaron las alturas del lugar, incendiaron las puertas de la fortaleza y entraron a Masada. Una trepidante quietud invadía el sitio. Miles de judíos, hombre, mujeres y niños decidieron votar su inmolación, porque prefirieron morir antes que perder su libertad y ser esclavos de los romanos.
Masada es el símbolo de la dignidad del pueblo de Israel. Un pueblo perseguido por siglos que ha resistido los ataques más violentos y abominables de la humanidad. Hoy el Estado de Israel es el resultado de la fe y la creencia de su pueblo en su pueblo, y de ellos en sus líderes. Claro que hay desavenencias. Pero la diversidad es atajada por la racionalidad. Y de ella sacan el máximo provecho sin estridencias, sin desdecir de ellos, porque en la división nadie sobrevive. Cada familia judía, cada israelí exprime el sagrado postulado de la unidad, de la solidaridad; el dar-recibiendo sin otro reproche que preguntarse qué más puedo hacer por Israel…yisra’el “el que lucha con Dios”. Eso es lo que hoy personifica al Estado de Israel. La dignidad de un pueblo que no se rinde, como Masada…
Encontré lo que vine a buscar
Nuestra visita a Israel es un viejo anhelo. A raíz de nuestra investidura como Embajador de Venezuela en Canadá, nos sugirieron visitar la embajada de Israel en Ottawa, considerada la segunda misión diplomática más importarte. De esa visita nace una amable invitación para ir a Jerusalén. Consultado con nuestro equipo de Presidencia, llevamos un mensaje de afianzamiento y fraternidad.
Hoy el Gobierno Interino de Juan Guaidó cuenta con un excelente Representante Diplomático, el Rabino Pynchas Brener. Fuimos recibidos amablemente por el Embajador Director para América Latina y el Caribe, Modi Ephraim. Un encuentro amable y productivo donde el gran propósito fue acercar nuevamente al pueblo de Israel, abonando caminos de reencuentro con el pueblo de Venezuela, después de diez años de relaciones suspendidas.
Gracias Israel, ejemplo virtuoso. Encontré lo que vine a buscar: visualizar la Venezuela del día después. Por lo pronto, como Uds., seguiremos luchado sin tregua y sin descanso, de la mano de Dios…
Embajador del gobierno de Guaidó tras visitar Israel: «Es un ejemplo para Venezuela» Embajador Plenipotenciario del gobierno de Juan Guaidó en Canadá, Orlando Viera Blanco, estuvo en Israel como parte del importante acercamiento entre Israel y Venezuela.
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