Alfred Bosch, exdiputado de Esquerra Republicana en el Congreso, es desde el viernes el consejero de Acción Exterior de la Generalitat. Reemplaza en el cargo a Ernest Maragall, quien ahora es candidato a la alcaldía de Barcelona, al que pretende seguir en la expansión de “embajadas catalanas” a Asia y América Latina.
La gestión de Maragall estuvo enfocada en la reapertura de las ocho delegaciones del Govern en el exterior, que fueron cerradas por el Gobierno de Mariano Rajoy bajo el amparo del artículo 155 de la Constitución. Y ya el pasado martes se aprobaron los decretos para abrir seis oficinas. De esas, tres son nuevas: la de Beirut, Estocolmo y Riga.
Según reseña el diario El País, el plan, concebido durante el mandato del exconsejero Raül Romeva, que se encuentra en prisión preventiva por supuesto delito de rebelión, es crear nuevas embajadas en Seúl, México DF y Buenos Aires. Sin embargo, hasta ahora, las nuevas delegaciones no cuentan con estructura ni personal.
Asimismo, según el decreto, su función es “promover y coordinar las relaciones bilaterales con las autoridades (del Estado en cuestión) como con los otros gobiernos descentralizados, en el ámbito de las competencias de la Generalitat”.
Borrell no está de acuerdo
El pasado mes de julio, Josep Borrell aseguró que la primera ola de embajadas que se reabrieron no tenían el informe perceptivo de Exteriores, en el cual se debe explicar su función. Sin embargo, la Generalitat argumenta que al tratarse de una reapertura, el trámite no era necesario y el caso está en tribunales.
Para la segunda tanda, el informe sí se realizó y Borrell deja clara su postura contraria a las embajadas. “La experiencia reciente demuestra que estas delegaciones, junto con el Diplocat, han sido un instrumento fundamental para intentar la internacionalización del procés, difundiendo las tesis del secesionismo y denigrando la imagen internacional de España”, se explica en su negativa.
La puesta en marcha de las embajadas catalanas se reforzó tras el inicio del procés, en 2012. La postura de Borrell no difiere de la del exministro de Exteriores, Alfonso Dastis, que las cerró durante la intervención al autogobierno catalán.
Sin embargo, en otros casos Exteriores convocó concursos de méritos para escoger a los responsables. Entre ellos, se designó a Victòria Alsina, doctora en Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra e investigadora de a Tandon School of Engineering de la New York University, a la oficina de Washington. Mientras que en París, tomó el cargo Daniel Camós, doctor en Economía por la Paris School of Economics.
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