Ante las amenazas crecientes del cambio climático y los efectos de las sequías, investigadores de la Universidad de Essex en el Reino Unido ensayan un mecanismo para potenciar el rendimiento de los cultivos, con el aumento de la fotosíntesis de las plantas.
Un alga que contiene una proteína que aumenta la fotosíntesis y el crecimiento de las plantas se ha incorporado a las del tabaco. El resultado es prometedor, dice Patricia López-Calgno, investigadora de Essex. Además el uso de agua disminuyó, un logro que apunta a una forma de manejar los tiempos de sequía y sus devastadoras consecuencias..
La técnica se enfoca en la fotosíntesis, proceso en el que las plantas usan la luz del sol y el dióxido de carbono para producir nutrientes. Los investigadores procedieron a una manipulación genética con el fin de aumentar la producción de una enzima en las plantas de tabaco. Emplearon una enzima de una bacteria, vía una proteína de un alga, explican en la revista Nature.
Las plantas resultantes tuvieron la habilidad de convertir la energía de la luz en energía química con un aumento considerable. Dado los resultados previos, los científicos esperan refinar la tecnología para adaptarla a plantas como la soya, el millo y el arroz.
Potenciar la fotosíntesis para mejorar los cultivos
El mejoramiento podrá aliviar algunas de las presiones que enfrenta el mundo con la crisis climática y también algo importantísimo: resolver la necesidad urgente de producir alimentos de manera más eficiente.
“La población mundial está aumentando y significa que necesitamos producir más alimentos. Estamos viendo cómo el cambio climático agudiza climas extremos que terminarán en sequías. Vamos a necesitar hacer un mejor manejo del agua. Necesitamos más cultivos en la misma cantidad de tierra y usando menos agua”, sostiene López-Calgno.
Resolver el problema de cómo aumentar la fotosíntesis para optimizar los cultivos fue un logro capital, apunta Christiane Raines, profesora de biología de plantas en la Universidad de Essex.
Asimismo, considera que este es un proceso fundamental en la Tierra. Sin fotosíntesis no habría nada. Toda la comida que consumimos, las plantas que comen nuestros animales, vienen de este proceso primario. Entendemos bastante sobre él, pero tiene un número enorme de pasos individuales”, añadió
El problema se habría podido resolver eventualmente usando las técnicas convencionales de entrecruzamientos, pero habría tomado muchas décadas. Al usar el gen de un alga, los investigadores tomaron un atajo no disponible en la naturaleza, explica.
Financiación y diversificación
«Las prohibiciones en Europa de las plantas modificadas por los supuestos peligros que suponen para las personas la ingeniería genética se caen con esta nueva tecnología», indica la investigadora.
“No creo que haya que preocuparse en nuestro caso. Los organismos modificados que se asocian con las grandes corporaciones que ‘arrebatan el poder’ a los pequeños granjeros y que usan demasiados herbicidas, aquí no cuela”, afirma Lopez-Calcagno.
La investigadora explicó que el proyecto sobre la fotosíntesis y su incidencia en los cultivos fue financiada con fondos públicos. Por tanto, los logros resultantes estarán disponibles para los países en desarrollo, libres de costos. Quienes los necesiten tendrán acceso.
Las algas ya han mostrado su potencial, usando la fotosíntesis, para capturar y almacenar el dióxido de carbono. Varios laboratorios están trabajando en el uso de las algas como biocombustible y como un aditivo que pueda disminuir las emisiones de metano.
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