Podría resultar que el virus del ébola sea útil para tratar los tumores cerebrales y avanzar en una cura para el cáncer. Es la hipótesis a la que llegaron científicos de varios institutos de neurología de los Estados Unidos.
La investigación publicada en Journal of Virology apunta a que la glucoproteína EBOV (GP) del virus del ébola podría infectar, replicar y descomponer células tumorales sin afectar las células sanas.
Falta de neurotropismo del virus del ébola
El estudio parte de la primicia de que el virus del ébola tiene la capacidad de infectar diferentes órganos y células, pero muestra poca habilidad para invadir el tejido nervioso, un ejemplo de su falta de neurotropismo. De allí que los investigadores se preguntaran si la glucoproteína EBOV (GP) podría atacar selectivamente un tumor cerebral.
En el experimento generaron genéticamente otro virus a partir de la glucoproteína presente en el virus del ébola y la inyectaron en ratones de laboratorio inmunodeficientes. Los resultados mostraron la eliminación de tumores y una relativa baja infección de las células cerebrales normales.
Cura del cáncer con terapias radicales no convencionales
El estudio muestra una faceta de las más novedosas líneas de investigación con respecto a la cura del cáncer, los virus oncolíticos. El cáncer es un conjunto de enfermedades causadas por la acumulación de múltiples mutaciones.
Lo complejo de la cura del cáncer consiste en que no se consigue la completa eliminación de los tumores invasivos. Por lo tanto, la búsqueda de una cura para esta enfermedad se ha enfocado en terapias más radicales y no convencionales, como la introducción de virus genéticamente diseñados.
En ningún caso se asegura que el virus del ébola cure uno de los tipos de cáncer más agresivos y difíciles de tratar. En realidad, este grupo de científicos lo que hizo fue tomar una parte del virus del ébola, la glucoproteína EBOV (GP), modificarla genéticamente, diseñar un nuevo virus e infectar ratones enfermos.
Los científicos aprovecharon dos ventajas. La primera, que la células cancerosas a diferencia de las normales no pueden generar una respuesta inmune innata ante los virus invasores. La segunda, el neurotropismo del ébola, es decir, su poca capacidad para invadir tejidos nerviosos.
Riesgos y soluciones
El uso de este tipo de virus para la cura del cáncer tiene el riesgo de introducir infecciones potencialmente peligrosas en el organismo. De allí que científicos como Anthony Van den Pol –uno de los autores del estudio–experimenten con el diseño de virus quiméricos. Una combinación de genes de diferentes virus que cuentan con la capacidad de atacar células cancerosas sin dañar a los pacientes.
En teoría se podrían usar estos virus genéticamente diseñados para combatir un tumor cerebral y prevenir la recurrencia del cáncer. No obstante, habría que dar el salto de los ratones de laboratorio a los seres humanos. En todo caso, una ventana de esperanza se abre desde el rincón más inesperado, el letal virus del ébola.
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