Por Gorka Landaburu
14/07/2017
Carles Puigdemont ya tiene un nuevo Gobierno dispuesto a acompañarle en el proceso secesionista catalán hasta el final. Tras la depuración de los menos entregados a la causa ahora parece sentirse con todas las fuerzas para seguir con el pulso al Estado. Y en La Moncloa también tienen ganas de confrontar y de pasar a la acción cuanto antes para frenar el referéndum . Los dos bandos tienen ganas de bronca pero deberían pasar de la confrontación al diálogo por el bien de la ciudadanía.