La revolución digital en la que estamos inmersos ha configurado un escenario empresarial donde entran en juego nuevos modelos de negocio, nuevos competidores y nuevas formas de interacción con los clientes o usuarios. Surge la necesidad de iniciar una transformación profunda en todas las áreas de las organizaciones y en todos los sectores de la economía. Más aún, los profesionales tienen que enfrentar la suya propia.
La transformación digital se ha convertido en una especie de panacea y nada parece sostenible fuera de este paradigma. Es el as de la baraja con la que se juega el futuro de las organizaciones.
Sin embargo, muchos autores la ven como una fase más de la teoría de la evolución, por lo que habría que observarla con alta carga de relatividad. Lo que sí es cierto es que la supervivencia de empresas y profesionales pasa por la adaptación permanente al cambio y por la capacidad de gestionar la incertidumbre, sea a través de nuevas estrategias o de formación continua.
Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de transformación digital? Ésta ha de entenderse como el conjunto de procesos de reingeniería de una organización a través del uso y aplicación de la tecnología digital, entendida como aquella que genera, almacena, usa y procesa datos. Nace así el mundo de las nuevas competencias digitales, con un emperador omnipotente que se llama dato. Los datos y su adecuada gestión e interpretación son los verdaderos diamantes de hoy día en las empresas. Tecnologías como big data, business intelligence y business analytics son las aliadas en este sentido, y por ello asistimos a un boom de la demanda de perfiles profesionales que las dominen.
El caso es que la implantación de la tecnología no lleva por sí sola a la transformación digital: ha de entenderse como el instrumento o requisito estratégico indispensable que permite llevar a cabo ese proceso de transformación y alcanzar un potencial evolutivo hasta este momento desconocido.
Del mismo modo, una cosa es conocer los datos y otra muy distinta obtener de ellos todo el conocimiento que podría servirnos para tomar decisiones de negocio efectivas. Éste es un nuevo reto para gestionar adecuadamente las organizaciones, y no todas lo están afrontando con éxito.
Conviene, pues, redefinir el valor de la transformación digital. Como sostiene el estudio “Strategy, not Technology, Drives Digital Transformation”, elaborado por MIT Sloan Management Review y Deloitte, el motor de la transformación digital debe ser la estrategia de la empresa y no la tecnología. El éxito de esta transformación pasa por rediseñar los modelos subyacentes de la organización, con el objetivo de generar servicios o productos directamente implicados en la demanda global.
Encontrar nuevos nichos de negocio, escuchar al cliente para saber qué busca y afianzar el posicionamiento de las compañías es ahora más factible que nunca a través de la información que los datos nos proporcionan. Por ello la tecnología digital es tan necesaria como el aire que respiramos.
Formate en Big Data y Transformación Digital
La Escuela de Organización Industrial (EOI) tiene poderosos programas formativos bonificados en áreas de la economía digital con gran proyección profesional: el Programa Ejecutivo en Transformación Digital, en Big Data, Business Analytics y en Experiencia al Cliente. Todos son impartidos por los profesionales de EOI, primera escuela de negocios de España, con una trayectoria muy consolidada en formación en estas disciplinas y un claustro que compatibiliza la docencia con su ejercicio profesional en estos sectores en empresas referentes.
Los programas están dirigidos a titulados universitarios o profesionales, y en condiciones económicas muy ventajosas. Todos están dirigidos a dinamizar el empleo y la economía con el apoyo en las nuevas tecnologías y el entendimiento amplio del ecosistema digital, cuentan con un enfoque eminentemente práctico, orientado a que los alumnos sean capaces de poner en práctica y liderar proyectos de Big Data y Transformación Digital una vez concluida la formación. La finalidad es facilitar la incorporación al mundo laboral de los participantes en proyectos acordes con su especialización.
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