Por Miguel Ángel Artola
26/02/2017
Este año que hemos dejado atrás ha sido un ejercicio de contrastes para el textil gallego. El gigante Inditex sigue fiel a su ritmo, pero otros grandes nombres de la moda patria han desaparecido del mapa como Caramelo y Viriato. Pero Galicia tiene una tradición fuertemente enraizada que sigue dando buenos frutos. Parece que fue ayer cuando Uxía y María Domínguez abrían su primera tienda en Bilbao en 2006. Bimba y Lola –nombre de las mascotas de una de nuestras protagonistas– comenzaba a dar sus primeros pasos en el mundo de los complementos y como ellas mismas han reconocido, no de una forma muy calculada, sino guiada por su instinto y alejada de las tendencias.
Formación, desde luego, no les faltaba a Uxía y María. Forman parte de la familia Domínguez, dedicada al textil desde hace 67 años, con fuerte formación internacional y conocimiento del negocio trabajando con su padre Jesús Domínguez en la empresa familiar, la sociedad textil Lonia, que produce las colecciones de Carolina Herrera y Purificación García.
A toda velocidad
El crecimiento en estos diez años ha sido a la velocidad del galgo –seña de identidad de la marca– llegando a las 67 tiendas el segundo año, 88 el tercero y siempre en aumento hasta alcanzar las 221 actuales. Bimba y Lola destaca la apuesta por tres grandes mercados, además de España. Su inversión en Londres y Francia no ha sido nada fácil al tener que enfrentarse a mercados muy maduros. También están presentes en Latinoamérica, especialmente en México y Chile, y han desembarcado en Oriente Medio con su modelo de “lujo accesible”. También se han atrevido a poner los pies en Asia y sus tiendas se pueden ver ya en las calles de Singapur y Corea del Sur.
A falta del cierre fiscal de 2016, los últimos datos económicos que aporta la compañía son los correspondientes al tercer trimestre del año. Bimba y Lola lograba ya un crecimiento del 29%, con un aumento de las ventas internacionales del 38%. Cifras que aumentarán tras la apertura de diez nuevas tiendas adicionales.
Bimba y Lola cerró el año 2015 con 115,5 millones de euros de facturación y espera que la de 2016 supere los 145 millones de ventas globales. Su negocio internacional supone el 30% del total y su objetivo es alcanzar el 50% en los próximos años. El secreto del éxito es acertar con las dos colecciones que presentan cada año, “dos historias” narradas por sus diseñadores que plasman en sus modelos tras “buscar su inspiración en el mundo de la cultura y el arte internacional”.
Bolsos y mucho más
De entre todos los productos de Bimba y Lola, sus bolsos son, ya desde su inicio, las piezas más codiciadas. La firma del galgo ha logrado cautivar primero a las españolas y después a otras muchas mujeres en otros países con su “lujo accesible”. Sus productos no son precisamente económicos, pero tampoco tienen unos precios prohibitivos. Además saben captar clientela con descuentos casi permanentes y no solo en los períodos de rebajas oficiales. En su catálogo ofrecen bolsos, pero también con bisutería, zapatos y prendas de vestir para lograr el total look de Bimba y Lola.