El Tesoro español colocó el miércoles 2.974 millones de euros en deuda a medio y largo plazo en la última subasta de bonos de 2018.
Este movimiento se realizó con nuevos descensos en la rentabilidad de las tres referencias subastadas, aprovechando que las necesidades de financiación del año están prácticamente cubiertas.
El importe adjudicado coincide con el objetivo de colocación.
En bonos con vencimiento a 2021 se adjudicaron solo 553,17 millones de euros frente a los 2.018,17 millones solicitados, a un tipo marginal (el más alto aceptado) del 0,027 por ciento, frente al 0,111 por ciento de la subasta del pasado 8 de noviembre.
En bonos con vencimiento en 2023 se colocaron 1.274,16 millones de los 2.099,16 millones solicitados, con un tipo marginal del 0,421 por ciento, desde el 0,574 por ciento de la subasta anterior.
Finalmente, la tesorería pública colocó 1.146,44 millones de euros en obligaciones a 2028, frente a solicitudes de 2.211,44 millones y con un tipo marginal del 1,465 por ciento, también por debajo del 1,624 por ciento del mes pasado.
La tesorería estatal dijo hace unos días que la emisión de deuda neta prevista para el conjunto del año será inferior a la prevista por menores necesidades de financiación.
4.100 millones de euros en letras
El ente estatal también colocó el martes cerca de 4.100 millones de euros en letras a seis y doce meses.
Dicho movimiento fue realizado dentro de la horquilla prevista, con unos tipos de interés negativos aunque ligeramente superiores. El Tesoro se había fijado como objetivo colocar un volumen de entre 3.500 y 4.500 millones de euros.
Asimismo, se adjudicaron 410 millones de euros en letras a seis meses, con un tipo de interés marginal del -0,398% frente al -0,411% de la subasta del 13 de noviembre.
A 12 meses, se colocaron 3.676 millones de euros en letras, con un tipo marginal del -0,312 por ciento, frente al -0,318 por ciento de la subasta del mes pasado.
Tesoro estima ahorrar 1.500 millones de euros en pago de intereses
Las previsiones que manejan desde el ente apuntan a una caída de las emisiones netas de 5.000 millones de euros, hasta los 35.000 millones.
De esta manera, las emisiones se situarían un 12,5% por debajo de las previstas a comienzos de año (40.000 millones). El descenso alcanza los 10.000 millones respecto a 2017.
Las menores necesidades de financiación unidas a los bajos tipos de interés permitirán al Tesoro ahorrar 1.500 millones en el pago de los intereses de la deuda. En el libro amarillo se recogía que en 2018 el Estado gastaría 31.547 millones en esta partida, el 2,6% del PIB.
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