Un robot que organiza la habitación es el sueño hecho realidad de toda madre con hijos pequeños o adolescentes. La tecnologìa casi lo ha hecho realidad: un robot doméstico. Robotina, la diligente y simpática robot de Los Supersónicos, puede finalmente estar disponible muy pronto es una noticia que pondrá una sonrisa en el rostro de muchas personas para quienes los “oficios del hogar” no son los más gratos.
Hace más de medio siglo el estudio Hanna-Barbera produjo Los Supersónicos. Una serie infantil futurista (una visión idealista del mundo en 2062) en la que por primera vez apareció la figura de un robot dedicado el trabajo doméstico: Robotina. Aunque en la década de los sesenta muchos electrodomésticos facilitaron los oficios del hogar, ninguno llegó a los estándares de la peculiar Robotina.
Comúnmente se asocia a los robots con el siglo XX. Pero la humanidad lleva siglos intentando crear máquinas autónomas. La fascinante historia de los orígenes de la robótica se remonta milenios atrás. Cuando las primeras civilizaciones intentaban crear máquinas autónomas.
Orígenes milenarios del robot
En la antigua Grecia, Egipto y China surgen los primeros registros de autómatas primigenios con forma humana o animal. Capaces de moverse solos para asombro de sus creadores. Uno de los mayores avances lo llevó a cabo el polifacético Herón de Alejandría en el siglo I. Sus máquinas automáticas y autómatas, que incluso hablaban, dejaban boquiabiertos a propios y extraños. También en la lejana China se desarrollaron ingenios mecánicos automáticos con apariencia de pájaros o animales.
Pero Leonardo da Vinci se adelantó siglos a su época. En 1495 trazó los planos de un autómata antropomorfo motorizado. Paradójicamente, durante el esplendor de la automatización industrial en el XIX, los autómatas cayeron en desuso. Los inventos pioneros muestran el ancestral anhelo humano de crear seres artificiales capaces de suplir funciones propias, germen de la robótica actual.
Cuando la ciencia ficción de los años veinte imaginó androides capaces de pensar: la robótica estaba lista para surgir. En 1921, la obra de Karel Capek que acuñó el término «robot» para denominar a autómatas obreros influyó en los científicos. En 1928 se crearon los primeros robots humanoides reales. Eric, controlado a distancia y Gakutensoku, una mecha japonesa que escribía. Aunque lejos de la inteligencia utópica de la ficción, estos primeros autómatas abrieron camino en la disciplina de la robótica. En el siglo XX la tendencia cambió hacia robots útiles para la ciencia e industria y abandonó la idea de androides inteligentes. Ahora se retomó la creación de androides inteligentes orientados a las labores domésticas.
OK- Robot reconoce objetos y lugares
Investigadores de la NYU y Meta desarrollaron OK-Robot, un sistema que utiliza modelos de IA de código abierto que tiene el potencial de entrenar a los robots para manipular objetos en entornos desconocidos. El método podría cerrar la brecha entre los avances en los modelos de IA y las habilidades prácticas de los robots, sin necesidad de un entrenamiento adicional costoso y complejo.
El sistema se probó en diez habitaciones de cinco hogares diferentes con el robot comercial Stretch, de Hello Robot. Los investigadores escanearon el entorno con Record3D, una aplicación de iPhone que graba vídeos en 3D y los compartió con el robot. Posteriormente, OK-Robot aplicó un modelo de detección de objetos de IA de código abierto a los fotogramas del vídeo.
El robot pudo identificar objetos y lugares en la habitación. El equipo lo instruyó para que recogiera un objeto específico y lo trasladara a otro lugar. El robot logró realizar esta tarea con éxito en el 58,5% de los casos, porcentaje fue de un 82% en habitaciones menos desordenadas.
Con limitaciones para decidir
Matthias Minderer, investigador principal de visión por ordenador en Google DeepMind, destaca que el reciente auge de la IA ha permitido a los investigadores en robótica acceder a modelos y herramientas de IA de código abierto que no existían hace tres años. Sin embargo, el sistema tiene limitaciones, ya que utiliza modelos que no están ajustados a este proyecto específico. Cuando el robot no encuentra el objeto que se le ha ordenado buscar, simplemente se detiene.
Lerrel Pinto, profesor adjunto de informática de la Universidad de Nueva York, señala que el uso de modelos de código abierto ya creados tiene ventajas y desventajas. Por un lado, no es necesario proporcionar al robot ningún dato adicional de entrenamiento en el entorno. Por otro lado, el robot solo puede recoger un objeto y dejarlo en otro lugar. No puede realizar tareas más complejas, como abrir un cajón.
Mahi Shafiullah, estudiante de doctorado de la Universidad de Nueva York, augura que la combinación de OK-Robot con modelos de reconocimiento de voz podría permitir a los investigadores dar instrucciones al robot simplemente hablándole, facilitando así la experimentación con conjuntos de datos fácilmente disponibles.
Cocina y platos relucientes como en la tele
La iniciativa orientada a la fabricación de robots domésticos de los investigadores de Stanford y Google DeepMind se especializó en el ámbito de la cocina. Crearon un androide capaz de realizar tareas del hogar como lavar platos, limpiar o cocinar. Su sistema, llamado ALOHA, emplea teleoperación para permitir un control integral del cuerpo.
El robot de Google DeepMind puede aprender movimientos con solo 50 demostraciones humanas. Utiliza la tecnología Mobile ALOHA, que consta de una base móvil y una interfaz de teleoperación integral para permitir el control de todo el cuerpo. Está diseñado para realizar tareas de manipulación complejas y puede entrenar simultáneamente con los conjuntos estáticos de ALOHA. Además, el robot utiliza una combinación de clonación de comportamiento supervisado y 50 demostraciones para cada tarea. De esta manera, mejora su rendimiento en tareas como lavar platos, poner la lavadora, hacer la cama, recoger la ropa, almacenar alimentos o abrir puertas de armarios.
Tesla también tiene un robot doméstico
También Elon Musk trabaja en un robot doméstico: el androide Optimus de Tesla, que puede automatizar tareas repetitivas o pesadas gracias a su programación precisa. Aunque Elon Musk compartió recientemente un vídeo de Optimus doblando una camiseta, admitió que el robot todavía no puede hacerlo de forma autónoma. Después de recibir críticas, Musk publicó otro vídeo de Optimus en el que se le ve caminando sin ayuda durante quince segundos por las instalaciones de Tesla. Aunque el movimiento del dispositivo no es natural, las articulaciones de sus rodillas apenas se doblan.
Optimus es un androide similar a un humano diseñado para recoger cajas, bailar e incluso doblar camisetas. Está equipado con cámaras para monitorear su entorno, un ‘cerebro’ similar en procesamiento y funciones a los que se encuentran en los vehículos autónomos de Tesla, una batería de 2,3 kWh, conectividad WiFi y LTE. Posee 40 articulaciones y una gran fuerza. Puede levantar 5 kg, transportar 25 kg o alzar 75 kg en peso muerto.
Los avances en la tecnología de Optimus se están produciendo más lentamente de lo que sugieren los vídeos de Musk. Pese Tesla asegura que el robot podrá realizar tareas por sí mismo en el futuro. La empresa sigue trabajando para lograr su autonomía completa.
«En la comunidad robótica está muy extendida la idea de que las casas son difíciles, los robots son difíciles y combinar casas y robots es completamente imposible. Creo que cuando la gente empiece a creer que los robots domésticos son posibles, se empezará a trabajar mucho más en este campo».
Mahi Shafiullah
30.000 millones de dólares en ventas en 2 años
Los robots han evolucionado su uso en la industria y ya desempeña funciones en la asistencia médica y la logística. Un informe de Market Research estima espera que la industria robótica crecerá en el futuro inmediato. Alcanzaría los 30.000 millones de dólares en ventas en los próximos 2 años, y un crecimiento anual promedio del 15%. Su demanda es creciente en salud, defensa, agricultura, cuidado de personas y más. Empresas como Toyota y Boston Dynamics lideran el auge de los robots de asistencia.
Desde 2019, Toyota y Preferred Networks trabajan juntos en el desarrollo robots de asistencia utilizando la plataforma del Robot de Asistencia a Humanos (HSR) de Toyota. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas. Los robots realizan tareas en entornos residenciales y facilitan las tareas diarias. Asimismo, Toyota ha desarrollado robots de asistencia orientados a ayudar a las personas con discapacidades y a las personas mayores. La idea es que coexistan y ayuden a los humanos en la vida diaria.
Boston Dynamics sobresale con modelos como Atlas y Spot. La empresa, fundada en 1992 y controlada por la multinacional japonesa SoftBank, desarrolla robots como Atlas, un humanoide que puede realizar complejas maniobras con movimientos casi humanos, y Spot, un “perro” robot que puede realizar diversas tareas de ayuda en la construcción.
El avance en la robótica está estrechamente vinculado a la inteligencia artificial con redes neuronales y aprendizaje automático. Tecnologías que están acelerando el desarrollo y la adopción de robots en diversos sectores. Como el doméstico, un mercado que aún sueña con un robot que haga todos los oficios del hogar como la simpática Robotina.