A 46 días de la ceremonia inaugural de los Juegos de París 2024, los 5 anillos olímpicos fueron colocados en la Torre Eiffel, para engalanar un poco más el ícono de la ciudad luz. Calles, avenidas y villa olímpica, comienzan a despuntar con banderines, pendones y afiches anunciando el conteo del inicio de la gran jornada del deporte mundial. Mientras el majestuoso río Sena, otro emblema de la capital francesa y protagonista de los Juegos Olímpicos, mejora su aspecto y salubridad, pero los análisis no le dan el visto bueno a pesar de las grandes inversiones para lograrlo.
El presidente Emmanuel Macron asomó a principios de año que se bañaría en el río en señal de pulcritud de sus aguas, aunque sin precisar fecha. Hace un par de semanas se le unió la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que mostró mayor determinación en sumergirse en el río y hasta comentó que podría ser el domingo 23, Día Olímpico.
Sus promesas, ciertas o no, han reanimado las expectativas que se tienen del Sena y sus condiciones óptimas de sanidad y limpieza para recibir a más de 10.000 atletas de 206 países que navegarán por el río en barcos. En un despliegue de belleza, alegría y fraternidad en esas aguas.
En 2023 los organizadores decidieron anular la prueba de natación de un triatlón paralímpico y la Copa Mundial de natación en aguas abiertas, ambas previstas en el Sena, porque sus análisis no alcanzaban los mínimos de salubridad requeridos. “La calidad del agua en el Sena se ha mantenido por debajo de los niveles aceptables para la salud de los nadadores”, aseguró la federación francesa de natación.
Desde entonces han transcurrido apenas 11 meses, ¿habrá mejorado?
El Sena, protagonista de los Juegos Olímpicos
Los gobiernos central y local insisten en que el Sena pondrá un brillo especial en el inicio de los Juegos Olímpicos, también en el maratón de natación y en los triatlones olímpicos y paralímpicos.
Para alcanzar su esplendor se habla de una inversión en curso de 1.400 millones de euros que busca no sólo garantizar la buena calidad del agua durante la jornada sino devolver el Sena a los vecinos de París. Una idea que lleva décadas sobre la mesa y no se ha logrado.
Al parecer, la alcaldesa tiene un conocimiento más detallado del estatus del Sena que el resto de los franceses. Dijo hace un mes que se zambulliría en el río el 23 de junio, pero luego Le Parisien informó que «probablemente será aplazada» debido a un importante caudal de agua relacionado con las «pesadas aguas» de las lluvias de mayo”. La fecha probable sería el domingo 30 de junio.
La oferta de Hidalgo de sumergirse en el Sena incluía al jefe de policía Laurent Núñez y al prefecto regional Marc Guillaume, si todo marchaba bien. De Macron no se ha dicho si se sumará al chapuzón. Ni del presidente del COI, que ha manifestado sus simpatías por la iniciativa. De todas maneras, como medida de precaución, Australia ha ofrecido a sus atletas medidas para garantizar su salud durante las pruebas, como soluciones antibacterianas para ojos y piel, y medicamentos para prevenir problemas intestinales, reseñó Xataca.
El dato despierta suspicacias sobre las condiciones de las aguas del Sena a 46 días de los Juegos Olímpicos. Radio France desveló que el equipo galo de natación en aguas abiertas decidió aplazar el entrenamiento previsto para el lunes 10 en el Sena. Las lluvias desbordaron las alcantarillas.
Entre corrientes de opinión
Surfride Foundation realizó otros análisis bacteriológicos y obtuvo unas mediciones que, asegura, resultan «alarmantes», con concentraciones de residuos fecales «por encima de los umbrales recomendados».
En una carta abierta a todas las partes interesadas en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, la fundación reveló su propio análisis de la calidad del agua del Sena. De 14 muestras, 12 superaban los umbrales reglamentarios. Indicó su creciente preocupación por la calidad del Sena y también sobre los riesgos que corren los deportistas al jugar en el agua contaminado. La ONG también cuestiona el plan de natación previsto para el verano 2025 en la continuidad del trabajo realizado durante los Juegos.
Esta situación es de vieja data. Desde 1923 está prohibido nadar en el Sena a su paso por la capital francesa. N por el riesgo sanitario, sino por el peligro que entraña el tráfico fluvial. Los archivos históricos de la ciudad corroboran que el siglo XVII los parisinos se bañaban desnudos en el Sena, lo corroboran l
Sin embargo, varios expertos contradicen el informe de Surfride Foundation. Para la microbióloga Françoise Lucas, «todo lo que podía ponerse en marcha se puso en marcha». «El porvenir de las pruebas olímpicas dependerá de las condiciones meteorológicas», añadió.
Aguas arriba de la capital, además de la modernización de dos depuradoras, esta semana entró en funcionamiento otra planta de tratamiento de aguas pluviales. «Desde el punto de vista sanitario, no hay riesgos», asegura el alcalde de Ris-Orangis, Stéphane Raffalli.
Algunos intrépidos no dudan ya en bañarse. Josué Remoué lo hace en el Sena tres veces al mes entre mayo y octubre, cuando el agua no está demasiado fría ni su corriente es muy fuerte.