Fármacos antipsicóticos y antidepresivos, analgésicos opiáceos, anticolinérgicos, gabapentinoides, inhibidores de la bomba de protones y corticoides inhalados son algunos de los medicamentos con los que se debe tener cuidado en la actual pandemia. Un estudio señala que el uso común de estos fármacos aumenta el riesgo de padecer neumonía por COVID-19.
Los pacientes más propensos a recibir un tratamiento con el amplio grupo de fármacos son pacientes de edad avanzada, a quienes se les prescribe los medicamentos durante períodos innecesariamente largos con dosis erróneas o en indicaciones no autorizadas. El estudio advierte que los medicamentos aumentan el riesgo de neumonía o neumonitis, «porque deprimen la inmunidad y otros mecanismos de protección».
Amplio riesgo de neumonía
Joan-Ramon Laporte, profesor emérito de Farmacología Clínica, y David Healy, profesor de Medicina de Familia, son los autores del estudio que ante todo recomienda prudencia. Solo los antipsicóticos – (aripiprazol, olanzapina, quetiapina, risperidona, haloperidol) – incrementan de 1.7 a 3 veces el riesgo de ingreso hospitalario por neumonía.
El uso de antipsicóticos puede causar discinesia respiratoria, la cual se puede confundir con asma y otras enfermedades respiratorias, dando lugar a tratamientos inadecuados. Los antipsicóticos se usan para tranquilizar pacientes trastornados bien sea por lesión cerebral, esquizofrenia, delirio por intoxicación y depresión con agitación.
Los anticolinérgicos -antiestamínicos, antidepresivos, antiespasmódicos urinarios, antiespasmódicos gastrointestinales, antiparkisonianos, analgésicos opiáceos y antiepilépticos, entre otros- tienen efectos sedantes y aumentan el riego de neumonía de 1.6 a 2.5 veces. Su uso puede contribuir al aumento de atelectasias, un tipo de colapso pulmonar causado por la obstrucción de los bronquios o los bronquiolos.
Efectos inmunodepresores
Los analgésicos opiáceos -codeína, morfina, fentanilo y metadona- además de tener efectos inmunodepresores; causan depresión respiratoria, incrementando el riesgo de neumonía y la mortalidad respiratoria entre un 40-75%.
Solo en 2018, 50 millones de personas en lo Estados Unidos recibían una media de 3.4 prescripciones para el uso de analgésicos opiáceos, mientras que 10 millones confesaban un uso exagerado. Durante los últimos años, el consumo de opiáceos ha avanzado en Europa, especialmente entre las personas de edad avanzada.
Otros estudios señalan que los antidepresivos aumentan en un 26% la mortalidad respiratoria en pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Mientras que los gabanpentinoides – asociados a analgésicos opiáceos, hipnóticos y sedantes, antidepresivos y antihistamínicos- aumentan el riesgo de neumonía e insuficiencia respiratoria grave.
Mayor riesgo en personas de edad avanzada
Finalmente el estudio advierte que los inhibidores de la bomba de protones -entiéndase fármacos como el omeprazol- podrían incrementar el riesgo de neumonía entre un 34-50%.
Los fármacos indicados por el estudio son de amplio uso, específicamente entre las personas de edad avanzada. Por ejemplo en Cataluña 90.000 personas de más de 70 años reciben tratamiento continuado con antipsicóticos.
Los autores del estudio también colocan el foco en el uso de ibuprofeno y paracetamol, indicando la posibilidad de complicaciones respiratorias, sépticas y cardiovasculares durante la neumonía si la fiebre se trata con antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno.
Las conclusiones del estudio apuntan a que las personas de edad avanzada tienen mayor probabilidad de recibir tratamientos con dos o más de estos fármacos. Por lo tanto, en el contexto de la pandemia por COVID-19 es urgente revisar y detener temporalmente el consumo de psicofármacos. Además, de revisar la medicación de personas que viven en residencias.
También señala como necesario la revisión crítica a nivel internacional de todos los medicamentos descritos con la finalidad de minimizar el riesgo de neumonía y los efectos adversos que frecuentemente causan el ingreso hospitalario.
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