Por Iñigo Aduriz
12/04/2016
Aún quedan tres semanas para que finalice el plazo para que las distintas fuerzas políticas traten de formar gobierno evitando así la convocatoria de unas nuevas elecciones generales. Pero el Rey, 20 días antes de ese 2 de mayo, ya ha decidido cuándo será la última ronda de consultas con los partidos. Los encuentros tendrán lugar entre los días 25 y 26 de este mes y, por tanto, una semana antes de que se termine el periodo establecido por la legislación española.
Tal y como ha explicado la Casa Real a través de un comunicado la finalidad de las consultas es «constatar si, de la disposición que le trasladen los representantes de los grupos políticos con representación parlamentaria», Felipe VI «puede proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza; o, en ausencia de una propuesta de candidato, proceder a la disolución de ambas Cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales en el momento que constitucionalmente corresponda y con el refrendo del Presidente del Congreso».
La Jefatura del Estado reconoce así que la de la última semana de abril es la última oportunidad para conformar Ejecutivo, y parece dar ya por hecho que en los próximos días no habrá acuerdo para investir a Mariano Rajoy, a Pedro Sánchez –candidatos con más respaldo en las urnas– o a cualquier otro aspirante a La Moncloa.
Porque la decisión de anunciar ya cuándo serán las consultas implica que Felipe VI asume que no se producirá una sesión de investidura ni la próxima semana ni la siguiente y, por lo tanto, que no confía en que pueda haber un entendimiento entre las fuerzas políticas con peso y capacidad de decisión para nombrar a uno y otro como nuevo jefe del Ejecutivo.
Que no haya otra investidura fallida
Como aseguraba este martes el presidente del Congreso, Patxi López, la estrategia del monarca tendría que ver con su deseo que no se vuelva a producir una investidura fallida y, por lo tanto, se llegue a ese hipotético pleno sin que el candidato tenga 100% asegurada su elección, como sucedió el pasado 1 de marzo. «Lo lógico es que el Rey propusiera a alguien que acreditara que tiene una mayoría parlamentaria para sacarlo adelante y que no vamos a tener una investidura fallida», ha señalado.
Los acontecimientos previstos antes de esa fecha resultarán por tanto determinantes para el futuro del país. La agenda política tiene señalados en rojo tres días: 14, 15 y 16 de abril. Será cuando los militantes de Podemos voten en la consulta convocada tras la fallida reunión a tres entre PSOE, Podemos y Ciudadanos. Deberán decidir si apoyan el acuerdo de gobernabilidad suscrito entre los socialistas y los miembros del partido de Albert Rivera o si, por el contrario, apuestan por un plan alternativo pilotado por Podemos y sus confluencias y para el que por el momento no hay mayoría suficiente.
«Las puertas siguen abiertas»
Está por ver si, además, se produce un nuevo acercamiento entre el PSOE y la formación morada después de la rebaja del tono que se ha comprobado hoy en las declaraciones tanto del secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, como del vicesecretario general de Podemos, Íñigo Errejón. El primero ha vuelto a asegurar que ve posibilidades de acuerdo para un «gobierno del cambio» y ha instado a Pablo Iglesias a tener en cuenta los puntos que comparten para llegar a un acuerdo. El segundo, por su parte, ha dicho que «las puertas siguen abiertas y sigue habiendo tiempo si hay voluntad para un gobierno de coalición progresista».
Si, como se espera, no existe ese acercamiento y, por lo tanto, las consultas del Rey culminan sin la proclamación de un candidato y sin la convocatoria de una nueva sesión de investidura, Felipe VI procedería, en los términos previstos en el artículo 99.5 de la Constitución, a la disolución de las cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales que se prevén para el 26 de junio.