Una fractura en la familia real ha dejado la decisión del rey Felipe VI de renunciar a la herencia de su padre, don Juan Carlos.
La decisión sin precedentes del rey Felipe VI de desvincularse de cualquier negocio de su padre en el extranjero fue bien recibida por los partidos PP, Vox y Ciudadanos.
Además de expresar la lealtad del PP a la corona, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, expresó su confianza a la buena gestión de servicio público de Felipe VI. En la misma línea Vox manifestó su complacencia por la conducta tan “ejemplar” del rey, la que debería ser imitada por otras instituciones del Estado.
El partido Ciudadanos señaló que Felipe VI “tiene nuestro respeto y respaldo. Las instituciones y los representantes públicos deben ser ejemplares en todo momento ante la ciudadanía”.
Renuncia a la herencia
El comunicado fechado en el Palacio de la Zarzuela comienza indicando que “La Corona debe (…) velar por la dignidad de la Institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, solo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones».
«Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren –y la ejemplaridad presida– nuestra vida pública. Y el rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos”.
El rey también hace referencia a las informaciones periodísticas que han circulado sobre la Fundación Zagatka e indica que desconoce su supuesta designación como beneficiario y en “caso de ser cierta su designación como beneficiario de la citada Fundación, resultaría de aplicación el apartado 2 de este comunicado”.
En ese punto del extenso escrito, Felipe VI renuncia a la herencia de Don Juan Carlos que personalmente le pudiera corresponder, “así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona”.
Sobre la entidad denominada “Fundación Lucum”, el comunicado de la Casa Real señala que el 5 de marzo de 2019 recibió una carta del despacho de Abogados Kobre&Kim (U.K.), donde conoció de su supuesta designación como beneficiario de la “Fundación Lucum”, desde el momento en el que se produjese el fallecimiento de don Juan Carlos.
El 21 de marzo, en un escrito Felipe VI dejó constancia que ni Su Majestad ni Su Casa tenían conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que se mencionaban ni designaría representante legal para iniciar negociación alguna con el citado despacho de abogados.
También refirió que ante Notario, el 12 de abril de 2019, manifestó que ha dirigido una carta a su padre a fin de que si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, la dejara sin efecto.
Dejó constancia de que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad y renunciaba “a cualquier derecho, expectativa o interés que, aún sin su consentimiento o conocimiento, pudiera corresponderles ahora o en el futuro en relación con la Fundación Lucum”.
Retiro de asignación
Uno de los aspectos más trascendentales dado a conocer por La Zarzuela es el retiro de la asignación que tiene fijada el Rey Don Juan Carlos en los presupuestos de la Casa de Su Majestad, que ronda los 200.000 euros.
Hace unos días, la Mesa del Congreso rechazó abrir una investigación sobre el rey emérito y sus cuentas en Suiza.
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