Por Cambio16
23/02/2017
Giorgio de Chirico y Carlo Carrà son figuras del panorama artístico que abandonaron el ideal de libertad y recuperaron la belleza a principios del siglo XX. Son, además, dos de los autores cuyas obras se exhiben en la muestra Retorno a la belleza. Obras maestras del arte italiano de entreguerras, que permanecerá abierta del 25 de febrero hasta el 4 de junio en la Fundación Mapfre.
Compuesta por más de un centenar de piezas, la exposición se centra en aquellos artistas italianos que, en las primeras décadas del siglo XX, volvieron su mirada a la tradición clásica como modelo para reconquistar un lugar y un tiempo dominados por los valores de la belleza y la armonía.
La muestra está articulada en siete secciones. En la primera, Metafísica del tiempo y del espacio, se exponen obras de Giorgio de Chirico y Carlo Carrà, dos figuras imprescindibles de esta tendencia. De Chirico presenta objetos cotidianos mezclados con elementos clásicos, vaciados de estatuas o bustos que remiten a ese sentido de lo antiguo que gustaba al pintor. Por su parte, Carrà presenta el tema del bodegón con una interpretación metafísica, una composición de objetos cotidianos incoherentes.
Bajo el título Evocaciones a lo antiguo, confluye el grupo de pintores conocido bajo el nombre de Novecento. Pretendían romper el arte de vanguardia con sus obras, retornando a la esencia de la cultura italiana con un estilo monumental y arcaizante. En Regreso a la figura se evidencia la vuelta a los géneros tradicionales de la pintura y, en especial, al retrato.
El interés y la representación del desnudo femenino están presentes en estos años, como se observa en la sección El desnudo como modelo, siendo Felipe Casorati uno de sus mayores exponentes.
Las calles de las ciudades, los edificios, los puentes y la naturaleza son temas recurrentes de los artistas y están presentes en la sección Paisajes. Los lugares donde se desarrolla la vida, rural o industrial, también adquieren gran relevancia e intentan despertar en el espectador un sentimiento de inquietud y, en muchas ocasiones, de melancolía que surge por lo que se adivina que no va a poder ser.
Esta mirada del paisaje tiene su contrapunto en la sección La poesía de los objetos, que es una manifestación de la naturaleza muerta y que refleja a la perfección Giorgio Morandi, que hace de este motivo el eje de toda su pintura.
Cierra la muestra Las edades de la vida, que aborda temas como la maternidad, la senectud y la infancia, motivos comunes en la pintura italiana de este periodo histórico.