Por Cambio16
Se estima que alrededor del 40% de los varones y del 20% de las mujeres roncan. También se estima que el 45% de los adultos ronca ocasionalmente, y que al menos el 25% lo hace de forma frecuente. Y si bien es verdad que no se trata de un problema demasiado grave en la mayoría de los casos, puede convertirse en toda una pesadilla para las personas del entorno.
Los ronquidos generalmente ocurren cuando los tejidos de la garganta y del paladar se relajan obstruyendo en cierta medida las vías respiratorias. El aire entonces empuja con fuerza para poder circular a través de nuestras vías, dando como resultado ese sonido tan desagradable propio de los ronquidos. Las alergias, el asma, el frío, la congestión nasal y la infección de los senos paranasales pueden ser también causas bastante comunes de ronquidos.
En realidad, este problema es bastante complejo. La postura que tomamos al dormir y la obesidad, también pueden generar la aparición de ronquidos, por lo que una de las mejores maneras de dejar de roncar es bajar de peso. El consumo de alcohol, especialmente antes de acostarse, aumenta la obstrucción de las vías respiratorias y aumenta las probabilidades de que ronquemos.
Una de las mayores causas que contribuye a los ronquidos es el exceso de mucosa. Si somos capaces de disminuir la cantidad de mucosa que se acumula en nuestra garganta y vías nasales, conseguiremos reducir e incluso evitar que ronquemos por completo. Una de las maneras más simples de lograr esto es tomando zumo. Sí, así de fácil, y aquí te dejamos la receta:
Ingredientes:
- 1/4 de limón
- 2 zanahorias
- 1 raíz de jengibre fresco
- 2 manzanas
Preparación:
En una batidora o licuadora, mezcla todos los ingredientes y prepara un zumo hasta conseguir la textura que desees.
Cómo tomarlo:
Tómate el zumo algunas horas antes de ir a la cama de manera diaria. La eficacia de este zumo natural está en las propiedades de sus ingredientes. El alto contenido de vitamina C del limón limpia las fosas nasales mientras que las zanahorias y las manzanas además de limpiar la nariz y promueven un sueño profundo. El jengibre por su parte alivia el exceso de presión y el dolor en las fosas nasales.