Por Benito Guerrero
11/04/2016
18 meses estudiando 346 obras de Rembrandt han sido necesarios para crear una pintura que perfectamente podría ser firmada por el genio holandés. La impresión en 3D y los avances tecnológicos en la gestión masiva de datos han permitido crear una nueva obra que surge del estudio de su trayectoria pictórica.
La colaboración entre Microsoft, ING, la Universidad Técnica de Delf, la galería Mauritshuis y la casa-museo del pintor Amsterdam ha hecho posible la digitalización de su obra, que ha generado 150 gigabytes de gráficos después de más de 500 horas de trabajo.
Después de un estudio exhaustivo, los expertos han concluido que la tendencia del pintor sería dibujar un retrato de un hombre caucásico de entre 30 y 40 años que mirase al frente, con vello facial y vestido con gorguera -ese complemento en el cuello que popularizó Cervantes– y sombrero.
Conseguir un resultado próximo a lo que podría ser una obra real no ha sido fácil. Una de las características que acompañan a la pintura es la capacidad de mostrar los trazos que ha ido dando el pintor.
A pesar de los sorprendente de la técnica y del lujo que supone poder volver a disfrutar de una obra idéntica a la de Rembrandt, los investigadores que han participado en este proyecto son conscientes de que este descubrimiento puede suponer un peligro en referencia al tema del mercado de las falsificaciones.