Más de 8.000 libras esterlinas (10.000 millones de dólares) en proyectos petroleros y gasíferos del Mar del Norte podrían recibir luz verde en forma rápida. Esto, a medida que las empresas de combustibles fósiles aprovechan una exención fiscal en el impuesto sobre las ganancias inesperadas, promovida por el ministro de Economía del Reino Unido, Rishi Sunak.
El funcionario introdujo el mes pasado, el impuesto único sobre los operadores de crudo y gas del Mar del Norte que obtuvieron ganancias descomunales por el aumento de los precios de la energía. El tributo tiene como objetivo recaudar 6,3 mil millones de dólares para ayudar a financiar y compensar el alza de las facturas de los hogares.
El gobierno de Boris Johnson introdujo este impuesto extraordinario sobre las ganancias de las compañías de petróleo y gas. Cediendo a la presión para apoyar a los británicos que enfrentan una reducción récord en el nivel de vida. ¿Cómo quedan las metas de reducir las emisiones netas?
El impuesto a las ganancias energéticas también ofrece un ahorro fiscal por cada libra de inversión realizada por las empresas. En un movimiento para alentar a las empresas a reinvertir sus ganancias extraordinarias en el Reino Unido y acumular suministros de energía domésticos. La tasa impositiva aumentada está vigente hasta que los precios regresen a un «nivel históricamente más normal» o hasta fines de 2025.
Sin embargo, los activistas advirtieron que aumentar la producción en el Mar del Norte podría obstaculizar los esfuerzos para abordar el cambio climático. Mike Childs, jefe de política de Amigos de la Tierra, opinó sobre la decisión. “El estímulo financiero para fomentar más exploración de petróleo y gas significa que los proyectos que se tambalean al borde de la aprobación o el rechazo ahora parecen más probables”.
Proyectos petroleros en el Mar del Norte
Mike Childs y otros voceros de organizaciones ambientales han cuestionado el empuje de Johnson a los proyectos petroleros en el Mar del Norte “Si alguna vez hubo confusión sobre si el Reino Unido es un líder climático o un rezagado, esto ciertamente ha eliminado todas las dudas. La ciencia no podría ser más clara de que el nuevo petróleo y el gas son incompatibles con un planeta seguro y habitable”, añadió Childs.
El corredor Shore Capital dijo a The Guardian que las exenciones fiscales ofrecían un «poderoso incentivo”. En especial, para aquellos productores existentes que hasta ahora han dudado en presionar el botón de los descubrimientos listos para el desarrollo».
El análisis muestra que hay más de 10.000 millones de dólares en proyectos de yacimientos petrolíferos en espera de una decisión final de inversión en el Mar del Norte. Estos incluyen el campo Rosebank, propiedad de Equinor de Noruega, que se encuentra al noroeste de las Islas Shetland. Y podría contener más de 300 millones de barriles de petróleo recuperable. Se estima que su desarrollo costaría 5.600 millones de dólares
A principios de este año, Ithaca Energy de Aberdeen compró Siccar Point, el propietario del campo Cambo en unos 2.515 millones de dólares frente a Shetland. Ithaca dijo que el campo era una «gran oportunidad» y crearía miles de puestos de trabajo, pero el proyecto ha enfrentado una oposición significativa por parte de los activistas climáticos.
Otros proyectos potenciales incluyen el campo piloto de Orcadian Energy, cuyo desarrollo podría costar alrededor de $ 900 millones (£ 717 millones). Y el proyecto de remodelación de Buchan de $ 1,4 mil millones de Jersey Oil and Gas.
Ganancias, más ganancias
Las grandes petroleras BP y Shell han advertido que el impuesto podría afectar futuras decisiones de inversión. Sin embargo, las exenciones fiscales también podrían alentar un aumento del gasto a corto plazo.
El analista de Shore Capital, Craig Howie, señaló a The Guardian que espera más inversiones de los proyectos petroleros del Mar del Norte. Y agregó que «debido a que las pérdidas acumuladas, no se pueden usar para compensar el impuesto. El nuevo gasto de capital podría ser el único medio efectivo de mitigar el impuesto más alto que ha surgido”.
Por otra parte, el director de investigación de Wood MacKenzie North Sea, Neivan Boroujerdi, manifestó que «es poco probable que la medida haga que los proyectos nuevos o existentes no sean rentables. E incluso podría acelerar los desarrollos ‘listos para funcionar’, como Rosebank y Cambo”.
Serica Energy, que produce cerca del 5% del gas del Reino Unido, aseguró a los inversores que podría utilizar los incentivos a la inversión para reducir su factura fiscal.
Serica indicó además que planea gastar unos 78 mil millones de dólares en el Reino Unido en 2022. Incluso en el desarrollo de North Eigg en el Mar del Norte. Dijo que esto «compensará una gran parte del impuesto a las ganancias energéticas que, de otro modo, se pagaría sobre las ganancias de Serica este año». Las acciones de Serica recuperaron parte del terreno perdido desde que se anunció el impuesto a las ganancias extraordinarias.
El impuesto sobre las ganancias inesperadas fue una idea de política laborista y sigue siendo un tema polémico en Westminster. Hablando en la Cámara de los Comunes, la canciller en la sombra, Rachel Reeves, acusó al gobierno de usar «juego de manos» para crear una «política de devolución de efectivo».
Volúmenes alarmantes de dióxido de carbono
Mientras el gobierno británico promueve incentivos fiscales a los proyectos petroleros y gasíferos en el Mar del Norte, la cantidad de dióxido de carbono rompió un récord en mayo. Continuando su ascenso implacable, según un grupo de científicos. Ahora es un 50% más alto que el promedio preindustrial, antes de que los humanos comenzaran a quemar petróleo, gas y carbón a fines del siglo XIX.
Hay más dióxido de carbono en la atmósfera ahora que en cualquier otro momento en unos 4 millones de años, dijeron funcionarios de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, según The New York Times.
La concentración del gas alcanzó casi 421 partes por millón en mayo, el pico del año. Consecuencia de que las centrales eléctricas, vehículos, granjas y otras fuentes continuaron emitiendo enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. Las emisiones totalizaron 36.300 millones de toneladas en 2021, el nivel más alto de la historia.
A medida que aumenta la cantidad de dióxido de carbono, el planeta sigue calentándose. Con efectos como mayores inundaciones, más calor extremo, sequías y el empeoramiento de los incendios forestales. Las temperaturas globales promedio ahora son de aproximadamente 1,1 grados centígrados, más altas que en la época preindustrial.
Los crecientes niveles de dióxido de carbono son una prueba más de que los países han avanzado poco. Hacia el objetivo fijado en París en 2015 de limitar el calentamiento a 1,5º C. Ese es el umbral más allá del cual los científicos dicen que la probabilidad de efectos catastróficos del cambio climático aumenta significativamente.
Son “un claro recordatorio de que debemos tomar medidas urgentes”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad.
Emisiones indetenibles
Los niveles de dióxido de carbono se redujeron un poco alrededor de 2020 durante la desaceleración económica por la pandemia. Pero no hubo ningún efecto en la tendencia a largo plazo, dijo Pieter Tans. Científico principal del Laboratorio de Monitoreo Global de la NOAA.
La tasa de aumento en la concentración de dióxido de carbono “simplemente continuó”, afirmó. “Y continúa aproximadamente al mismo ritmo que durante la última década”.
Tans y otros en el laboratorio calcularon la concentración máxima de este año en 420,99 partes por millón, de acuerdo con los datos de una estación meteorológica de la NOAA en la cima del volcán Mauna Loa en Hawái.