El gobierno del Reino Unido bloqueará la reforma a la ley, impulsada en Escocia, para facilitar el reconocimiento del cambio de género. El hecho es doblemente histórico: por el contenido del proyecto legislativo y por la injerencia de un poder sobre otro. Sería la primera vez que Londres utiliza un mecanismo que le permite vetar reformas aprobadas en Edimburgo. Mientras tanto, el gobierno de Escocia denunció un ataque a sus instituciones y a la democracia.
El Reino Unido adelantó que bloqueará una ley aprobada en diciembre de 2022 por el Parlamento autónomo escocés. El texto permite, entre otras cosas, rebajar de 18 a 16 años la edad requerida para solicitar el reconocimiento de su cambio de género y valorar los derechos humanos y de género. Se trata de implementar un modelo de autoidentificación de género.
Además, la ley elimina el requisito de un diagnóstico médico y psiquiátrico para solicitar un certificado de reconocimiento de género. Y reduce de dos años a tres meses el período durante el cual un solicitante debe haber vivido con el nuevo género. Así, Escocia entraría en un camino diferente al resto del Reino Unido.
El secretario de Estado para Escocia del gobierno británico, Alister Jack, la ley podría tener un “impacto adverso” en la legislación sobre la igualdad en el Reino Unido. «Mi decisión tiene que ver con las consecuencias de la legislación escocesa sobre el funcionamiento de la protección a la igualdad en el conjunto del Reino Unido, y otros asuntos reservados», afirmó.
La líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, calificó la decisión como un «ultraje» y un «ataque frontal total» al Parlamento escocés. Es probable que el SNP intente una revisión judicial, por lo que se prevé una batalla legal prolongada.
El Reino Unido frenará ley escocesa
Escocia quiere facilitar que las personas nacidas allí, o clasificadas como «residentes habituales», obtengan un Certificado de Reconocimiento de Género (GRC). Un documento que cambia el sexo legal de alguien en su certificado de nacimiento. También significa que los certificados de matrimonio y de defunción llevarán el género con el que se identifican. El Reino Unido avanza en bloquear la reforma a esa ley escocesa.
Escocia actúa de forma independiente en este asunto gracias a la “devolución”, término que se refiere a la descentralización de los poderes legislativo y ejecutivo en el Reino Unido. En un referéndum de 1997, el 75% de los votantes escoceses aprobaron la creación de un parlamento descentralizado para facilitar un mayor control local. Una forma de descentralización administrativa, la devolución condujo a la creación del Parlamento escocés, también conocido como Holyrood, en 1999.
El SNP pretende varias enmiendas de la ley actual en lo que respecta al género. Sturgeon quiere que el proyecto de ley agilice el proceso legal para que las personas cambien su género. Los defensores dicen que esto hará que los trámites sean más dignos para las personas transgénero.
La propuesta de reforma a la Ley del Reconocimiento de Género deroga la legislación anterior relacionada con la obtención de un certificado de reconocimiento de género. Un documento que establece legalmente el género preferido de una persona. El nuevo proyecto reduciría el requisito de dos años a solo tres meses (con un período adicional de «reflexión» de tres meses). También eliminaría la necesidad de expertos médicos que emitan un diagnóstico de disforia de género.
Pero, sin duda, uno de los aspectos más controvertidos es que rebaja de 18 a 16 años la edad mínima en la que las personas pueden solicitar el cambio de género
Dificultades de agilizar los trámites de cambio de sexo
El parlamento escocés aprobó el nuevo proyecto de ley por 86 votos contra 39. Pero el argumento de Jack es que los votos escoceses no deben afectar las leyes de todo el Reino Unido, lo que claramente hace el proyecto de ley de reforma del reconocimiento de género. Sin embargo, existe la preocupación de que algunas de las consecuencias podrían afectar una legislación de igualdad más amplia, que es lo que se conoce como un asunto «reservado». Y fuera de la competencia del Parlamento escocés.
Un juez del Tribunal Superior dijo en diciembre que un Certificado de Reconocimiento de Género (GRC) cambia el sexo legal de alguien a los efectos de la Ley de Igualdad (2010).
Esta ley está diseñada para proteger a las personas de ser discriminadas debido a ciertas características que incluyen el sexo o la reasignación de género. Hay excepciones en las que ciertos espacios pueden excluir a las personas transgénero si existe un «objetivo legítimo» para hacerlo.
Asimismo, estas exenciones se pueden hacer si existen problemas de privacidad o seguridad. Por ejemplo, el acceso a un refugio de abuso doméstico.
Los ministros escoceses insisten en que sus reformas no tienen impacto en la ley de igualdad. La ministra de justicia social de Escocia, Shona Robison, dijo que las mujeres transgénero pueden ser excluidas de «un espacio solo para mujeres, tengan o no un certificado de reconocimiento de género».
Sin embargo, los críticos afirman que esta sigue siendo un área de la ley «no probada». La abogada contra la discriminación, Audrey Ludwig, argumenta que la autoidentificación según las propuestas de Escocia cambiaría el sexo legal para un «número de personas indeterminado. Y significativamente mayor» y que a los proveedores de servicios «les resultaría más difícil justificar la exclusión de alguien».