Ha probado de todo. Cambió a la plana mayor de la industria petrolera, no una sino varias veces. Ofreció «ofensivas» para reactivar a PDVSA. Ha entregado oro a cambio de ayuda técnica. Ha cambiado crudo por derivados. Pero nada ha funcionado. El régimen de Nicolás Maduro ha sido incapaz de abastecer de combustibles a la menguada economía de Venezuela.
La antigua potencia energética del sur de América, posee reservas probadas de 303.805.745 millones de barriles del petróleo y 200.325.484 millones de pies cúbicos de gas en su subsuelo.
Venezuela, cuenta además con una infraestructura de producción, refinación, comercio y refinación que alguna vez fue referencia internacional.
El país tiene poco menos de 30 millones de habitantes. De ellos, se estima que 5 millones han emigrado en los últimos años. Además, la economía está parcialmente paralizada.
Pero 20 años de gobiernos socialistas bolivarianos lograron lo que parecía imposible. En Venezuela no hay gasolina, gas, ni energía eléctrica suficiente. Es como sufrir escasez de arena en el Sahara, parafraseando a Winston Churchill.
Irán al rescate
Cinco tanqueros recientemente cargaron en Irán salieron del Mediterráneo hacia Venezuela. El primero es el Fortune, con bandera iraní. Le siguen los buques Forest, Petunia, Faxon y Clavel, según muestran los datos de seguimiento del envío.
Los petroleros transportan un total de 1,5 millones de bl, todos los cuales se cree que son gasolina.
Estos volúmenes equivalen a solo unos 20 días de demanda con la tasa de consumo deprimida actual, y solo dos días en tiempos normales, dijo el presidente interino Juan Guaidó en una entrevista con el Diálogo Interamericano con sede en Washington.
Irán advirtió esta semana que Estados Unidos no intercepte los buques. La amenaza fue reiterada este miércoles en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU por el embajador del régimen de Maduro, Samuel Moncada. El funcionario describió cualquier bloqueo como un «acto de guerra» y un «crimen de lesa humanidad».
Washington y la oposición venezolana han denunciado que Maduro entregó oro de las reservas del país suramericano a Irán, como pago por el cargamento.
Caída en capacidad de refinación
El agudo déficit de combustible de Venezuela ha frustrado la distribución de alimentos y medicamentos. Esta situación deja al país aún más expuesto a la pandemia de COVID-19.
En un floreciente mercado negro, el combustible racionado se vende a hasta 4 dólares por litro a automovilistas desesperados. Antes de que Estados Unidos impusiera sanciones petroleras a Venezuela en enero de 2019, el país adquirió gasolina y componentes de refinerías estadounidenses.
Dentro de Venezuela, Irán y China están ayudando a la estatal PDVSA a reparar su sistema de refinación de 1,3 millones de barriles por día. Estas instalaciones están paralizadas a causa de años de negligencia y corrupción. La situación se ha agravado por las sanciones financieras y petroleras de Estados Unidos.
PDVSA anunció este miércoles que había reiniciado parcialmente una unidad de coquización retardada de 70.000 barriles diarios de capacidad, fuera de línea por más de un año, en su refinería Cardón que podría procesar 305.000 barriles diarios.
Cardón es parte del complejo de refinación de CRP de 940.000 barriles diarios de capacidad, que también incluye la refinería Amuay de 635.000 barriles diarios.
La estatal informó que ha estado trabajando para reparar el complejo, con la ayuda de Irán y China, en un esfuerzo por reponer el suministro interno de combustible. Irán también está enviando cargas de gasolina que comenzarán a llegar a principios de la próxima semana.
Escasez de gas
En medio de los problemas de suministro de combustibles, Venezuela se enfrenta a una posible caída en la oferta interna de gas.
Además de las largas filas que se hacen en torno a las estaciones de servicio que suministran gasolina, ya es usual ver en las calles de ciudades y pueblos aglomeraciones de personas en los puntos de distribución de gas.
El Director Ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), Eudis Girot, alertó sobre una posible de escasez de gas doméstico, ante paralización de la planta del Complejo Industrial de Jose, que surte a todo el país.
Una mala gestión
La mala gestión y la corrupción en la petrolera estatal en los últimos años llevaron al colapso a sus refinerías. Esto hizo desaparecer la producción local de gasolina.
Durante meses, el gobierno venezolano sorteó este problema entregando petróleo crudo a cambio de gasolina a sus clientes, principalmente la compañía de mayoría rusa Rosneft.
Pero la Administración Trump anunció en febrero y marzo sanciones contra las filiales de Rosneft. A finales la petrolea rusa anunció por sorpresa su salida de Venezuela.
Adicionalmente, y también por la ineficiencia y la corrupción en PDVSA, la producción petrolera venezolana ha caído en barrena. Según fuentes secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que el mes pasado se extrajeron 622.000 barriles diarios.
En marzo, la cifra se ubicó en 660.000. Los datos indican también que en febrero la producción petrolera fue de 760.000 barriles diarios. Antes de la llegada del socialismo bolivariano al poder, PDVSA producía 3,27 millones de barriles por día. También abastecía el mercado de combustibles en Venezuela.
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