Por Javier Molins
01/05/2016
Con exposiciones en el Guggenheim de Bilbao, en París, Liverpool, Oxford, Londres, Singapur, Minneapolis, Nueva York o Melbourne, Andy Warhol sigue haciendo caja. Diseccionamos al padre del arte pop y rey actual de las subastas a través de tres de sus frases más conocidas.
“La inspiración es la televisión”
Aunque oficialmente el arte pop nació en Londres de la mano del artista Richard Hamilton, todo el mundo asocia este movimiento artístico a la figura de Andrew Warhola, más conocido como Andy Warhol (Pittsburgh, 1928 – Nueva York, 1987). Este joven diseñador gráfico adivinó de inmediato las enormes posibilidades que tenían los medios de comunicación de masas como fuente de inspiración para su trabajo. Fue así como comenzó a realizar obras de arte con imágenes extraídas de la cultura popular como los cómics, el cine, los periódicos o la publicidad. Convirtió en iconos pop imágenes de personajes tan conocidos como Superman, Popeye, Dick Tracy, Marlon Brando, Marilyn Monroe o Elvis Presley; y de objetos de consumo tan populares como las latas de sopa Campbell’s, las botellas de Coca Cola, los billetes de un dólar o las cajas de detergente Brillo.
Un estilo que sería seguido por otros artistas como Roy Lichtenstein en Estados Unidos, Martial Raysse en Francia, Valerio Adami en Italia o Equipo Crónica (Manolo Valdés y Rafael Solbes) en España. Todos ellos englobados en el arte pop.
Esta admiración por un medio como es la televisión le llevó a afirmar aquello de que “en el futuro todo el mundo será famoso por 15 minutos”. Toda una premonición de lo que iba a pasar en la mayoría de sociedades occidentales en las que la fama es una de las metas a alcanzar por muchos jóvenes, independientemente de su mérito y capacidad, como puede verse en reality-shows entre los que Gran Hermano, quizás, sea el ejemplo más palpable.
“El arte comercial es mucho mejor que el arte por el arte”
Según los datos de la consultora Artprice correspondientes al año 2014, Andy Warhol fue el artista que más ingresos generó en subastas de obras de arte con la cifra de 569 millones de dólares facturados, seguido a distancia por Pablo Picasso con 375 millones y por Francis Bacon con 270. El remate más alto de Warhol ese año alcanzó 73 millones de dólares, la cifra que un coleccionista pagó por un triple Elvis del año 1963. Su récord está fijado en 94 millones de dólares por el cuadro Silver Car Crash.
Sin embargo, los precios de Warhol no siempre fueron tan altos. De hecho, durante su vida nunca vendió una obra por más de 50.000 dólares. Cuando comenzó su carrera artística a principios de los años 60, presentó su obra al galerista Leo Castelli, quien la rechazó por considerarla poco original. Fue entonces cuando trató de donar un dibujo suyo al MoMA, pero el museo no aceptó la donación.
Estos primeros fracasos no desalentaron a Warhol, quien en 1962 creó sus primeras 32 imágenes pintadas a mano de los botes de sopa Campbell’s. La Ferus Gallery de Los Ángeles las puso a la venta al precio de 100 dólares cada una. Por uno de esos cuadros se ha llegado a pagar 21 millones de dólares en 2010, mientras que una botella de Coca Cola ha alcanzado la cifra de 51 millones.
Algo parecido pasó con sus retratos. Warhol comenzó a ganarse bien la vida en los años 70 retratando a celebridades como Liza Minelli, Nureyev o Mick Jagger. Esto provocó un efecto llamada que hizo que Warhol empezara a realizar retratos por encargo a 25.000 dólares. En los 80, los honorarios por los retratos alcanzaron los 40.000 dólares. Estos se venden actualmente por varios millones de dólares, habiendo alcanzado uno de la actriz Liz Taylor la cifra de 28 millones.
El propio Warhol volvió a demostrar su clarividencia al afirmar: “No importa lo bueno que seas, si no eres promocionado correctamente, no serás recordado”. Toda una declaración de intenciones de alguien que supo promocionarse como nadie.
“La idea no es vivir siempre, es crear algo que sí que lo haga”
A pesar de que la obra de Warhol fue rechazada en un primer momento en los museos y de que sus retratos comerciales no contaron con el favor de la crítica, el mundo artístico considera actualmente a Warhol como el artista de la segunda mitad del siglo XX que ha ejercido una mayor influencia en la conformación de lo que podríamos denominar nuestro imaginario colectivo. Su mérito reside en haber sido el creador de una serie de imágenes claramente reconocibles y que se reproducen en infinidad de soportes como pueden ser llaveros, imanes para la nevera, camisetas o pósters pero que, al mismo tiempo, pertenecen a obras que cuelgan de los más prestigiosos museos del mundo.
Uno de los primeros teóricos que destacó la importancia de la obra de Warhol en la Historia del Arte fue Arthur C. Danto, un filósofo del arte que se contó entre los críticos más influyentes del posmodernismo. Este catedrático de la Universidad de Columbia llegó a denominar a las cajas de detergente Brillo de Warhol como “una especie de piedra Rosetta filosofal”. Danto había dividido la Historia del Arte en dos etapas claramente diferenciadas. La primera comprendía el arte concebido entre 1400 y 1880, un tiempo en el que los artistas se habían esforzado por imitar la naturaleza con gran precisión. La segunda etapa, denominada modernismo, abarcaba hasta el arte pop y se caracterizaba porque el arte ya no se ocupaba de la naturaleza, sino del propio arte, siendo los representantes del expresionismo abstracto norteamericano, como Pollock o Rothko, los mejores ejemplos de ello. En opinión de Danto, las cajas de detergente Brillo realizadas por Warhol marcaban un punto de inflexión en el devenir del arte porque eran absolutamente indiferenciables de las cajas que se vendían en los supermercados. Por tanto, Danto llegó a la conclusión de que cualquier cosa podía ser una obra de arte, ya era competencia de los expertos valorar la calidad e importancia de la misma.
Sólo por eso, Warhol ya tiene un apartado propio dentro de la Historia del Arte, igual que lo tiene Miguel Ángel o Duchamp. Todo ello a pesar de que llegara a afirmar que “mis pinturas sólo tratan de entretener a la gente. Me sorprende que hayan durado tanto tiempo”. Una frase que no dejaba de ser una más de sus provocaciones. Warhol en estado puro.
Nota:
Interesados en conocer su obra, pueden hacerlo a través de la exposición Andy Warhol. Sombras, que se exhibe hasta el 2 de octubre en el Museo Guggenheim de Bilbao.