Por Efe
01/09/2016
El PSOE ha respondido a las apelaciones a la reflexión que desde el miércoles le viene lanzando el PP con un «no» inamovible a la investidura de Mariano Rajoy, y no sólo cara a la segunda y definitiva votación de este viernes, sino también para el futuro que se abra a partir de entonces.
No hay dirigentes relevantes en el PSOE que por ahora hayan expresado su predilección por la abstención, ni siquiera han sugerido que sea su opción preferente, pero sí han planteado que esa reflexión se produzca a partir del viernes, sin concretar cómo y cuándo se haría. Es lo que ha apuntado la dirección socialista andaluza.
Su portavoz parlamentario, Mario Jiménez, ha abogado por esperar a ver qué vías se abren desde que acabe la segunda y final votación de mañana para decidir qué dirección toman «todos los actores políticos», y así, evitar otras elecciones.
No obstante, ha eludido precisar que ese debate deba tratarse en un Comité Federal, el órgano del PSOE que fija el criterio sobre asuntos trascendentales.
Muy en esta línea se ha manifestado el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, quien ha reconocido su preocupación por no poder gestionar asuntos de relevancia en su territorio al no contar con un gobierno central en plenas funciones.
Ahora bien, en cuanto Rajoy falle este viernes, que es lo más probable, estaría a favor de que todos los partidos reflexionen sobre «por dónde quiere ir España». Ha puntualizado que esa reflexión no concierne sólo al PSOE, sino a todos.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha destacado que la situación puede cambiar a partir del viernes, pero no ha augurado que el desenlace sea un cambio de posición. En su opinión, se trata de hablar y analizar los escenarios que pueden crearse tras las elecciones vascas y gallegas del día 25.
«Nosotros tenemos derecho también a ir madurando nuestras propias posiciones en función de las muchas circunstancias que están pasando en España, que son desconocidas», ha incidido.
Hasta la fecha el más explícito ha sido el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, pero fue el miércoles, cuando defendió su derecho a pedir un Comité Federal que estudie la decisión adoptada, es decir, el voto en contra a Rajoy cuantas veces haya que darlo.
Conocedores de esa inclinación de algunos barones socialistas hacia el debate o la reflexión, el PP se apresuró el miércoles por la noche, terminada la primera votación sin mayoría absoluta, a pedir al PSOE que aproveche el intervalo de 48 horas hasta la siguiente y final votación para cambiar de posición, aunque sin mucho convencimiento.
De hecho, la reflexión que ha hecho la dirección socialista de Pedro Sánchez es que no hay nada que reflexionar: El PSOE «no cambiará de opinión», ha asegurado el portavoz del grupo socialista en el Congreso, Antonio Hernando, uno de los dirigentes más próximos al secretario general, Pedro Sánchez.
Y ante la posibilidad de que ese «no» se debilite después del viernes, el diputado del Partido Socialista ve «inconcebible» que en un próximo Comité Federal revierta dicha posición. «No veo que mayoritariamente los dirigentes del PSOE vayan a permitir que el hombre de los SMS a Bárcenas siga siendo presidente del Gobierno», ha rematado Hernando en una entrevista en RNE.
Enterado de esta respuesta, su homólogo en el PP, Rafael Hernando, ha destacado que Sánchez piensa más en «tirar la llave» del desbloqueo «al fondo del mar», que es lo que «parece que quiere» por considerar que unas terceras elecciones le darán un resultado mejor que el cosechado el 26 de junio.
Otro de los partidos en el punto de mira del desbloqueo es el PNV, puesto que si no hay cambios en el PSOE, la opción del acuerdo con los nacionalistas vascos acercaría a Rajoy a la mayoría absoluta: sus cinco diputados dejarían al candidato del PP con 175 apoyos, a uno.
Pero tampoco hay reflexión en el PNV porque la reflexión ya está hecha, como ha subrayado su presidente, Andoni Ortúzar: «El miércoles votamos no, en la segunda sesión del debate de investidura votaremos no, y tras las elecciones vascas, también votaremos no».
A ese terreno que se dibuje después de los comicios mira también Ciudadanos, y así, el portavoz de esta formación en el Congreso, Juan Carlos Girauta, cree que puede haber cambio de postura.
Por otros flancos recibe presión el PSOE. La portavoz adjunta de Podemos, Irene Montero, le ha pedidoque recapacite, pero no para abstenerse, sino para buscar con ellos una alternativa. Si no actúan los socialistas, sucederá «la irresponsabilidad» de las terceras elecciones.