Por Iñigo Aduriz
ACTUALIZADO 08/04/2016
PSOE, Ciudadanos y Podemos ya tienen claras sus diferencias. Si de algo ha servido la reunión a tres celebrada este jueves por los equipos negociadores de esas formaciones políticas ha sido para eso, para poner encima de la mesa sus discrepancias, los profundos desacuerdos que existen, principalmente, entre las formaciones que lideran Albert Rivera y Pablo Iglesias.
Pero, a pesar de ello, los socialistas han asegurado tajantemente que su única opción pasa por conseguir el apoyo tanto de unos y de otros para convertir a Pedro Sánchez en el nuevo presidente del Gobierno. «El del 199 [los escaños que sumarían PSOE, Ciudadanos y Podemos] es la única oportunidad para este país», recalcaba el portavoz del PSOE y miembro de la comisión negociadora de este partido, Antonio Hernando, durante la rueda de prensa posterior al encuentro a tres.
Él mismo reconocía que la reunión se basó en términos negativos. Según él, en la misma se ha expresado «lo que no puede ser y lo que no va a ser». Y eso pasa por descartar tanto la opción de gobernar únicamente con el apoyo de Podemos como hacerlo con el respaldo solitario de Ciudadanos. «Ni el 161 ni el 130», ha recalcado una y otra vez Antonio Hernando.
Por eso insistía en que lo que hará el PSOE en los 22 días de plazo que quedan hasta el 2 de mayo, última fecha para poder llegar a un acuerdo y evitar unas nuevas elecciones, será buscar un «proyecto de intersección» entre el pacto de gobernabilidad alcanzado con Ciudadanos en febrero –que fracasó en la primera sesión de investidura– y el documento de 20 puntos presentado este jueves por Podemos, que contempla iniciativas bien diferentes.
Es decir, que el PSOE únicamente irá a una nueva sesión de investidura si pone de acuerdo a dos partidos que parecen irreconciliables y que son antagónicos en sus propuestas económicas y políticas.
Esas diferencias que ambas fuerzas trataron de remarcar el miércoles durante el Pleno del Congreso, a través de un bronco intercambio de acusaciones entre Pablo Iglesias y Albert Rivera, volvieron a quedar de manifiesto tras la reunión. Podemos ni siquiera ha comparecido en rueda de prensa. Una responsable de prensa del equipo del partido morado se ha limitado a señalar que este viernes habrá una reunión de la dirección de la formación en la que se valorará el encuentro a tres.
Quien sí ha comparecido ha sido el número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas. Pero lo ha hecho también para marcar esas diferencias. «Las posiciones entre Podemos y Ciudadanos están tan lejanas que el acuerdo es prácticamente imposible», ha reconocido. Sobre el documento de veinte puntos presentado por la formación morada, Villegas se ha mostrado dispuesto a estudiarlo «por cortesía», si bien ya ha constatado que las posiciones que defienden los de Pablo Iglesias son «posiciones distantes» a las suyas.
El encuentro duró cerca de dos horas y media y comenzó con la exposición de todos los participantes de sus posiciones iniciales, en las que han contemplado sus líneas rojas. Ni Podemos quiere respaldar el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos, ni la formación naranja apoyará ningún pacto de gobierno entre los socialistas y el partido morado. Era algo que ya se sabía antes del encuentro, pero que como ha reconocido Hernando ahora se lo han dicho «a la cara».
A pesar de la práctica imposibilidad el PSOE sigue siendo optimista. «Todavía es posible un acuerdo del cambio. Las elecciones son un fracaso», ha dicho Hernando, después de apostar por un «proyecto plural de cambio que respete a la mayoría social». «Es muy difícil pero no es imposible» es otra de las frases que ha repetido.
Las conversaciones continuarán este viernes. Habrá una conversación telefónica a tres en la que se decidirá si se celebran nuevas reuniones a partir de la semana que viene. Fuentes de Ciudadanos descartaban a última hora de la noche un nuevo encuentro con Podemos si mantiene sus propuestas, entre las que se incluye un incremento del gasto público o un aumento de los impuestos. En este escenario, está por ver quién es el primero que se baja del carro, o quién es el que está dispuesto a ceder.