Por Cambio16
21/03/2017
Las elecciones presidenciales francesas del próximo 23 de abril ya tienen dos claros favoritos: el exministro socialista reconvertido en centrista, Emmanuel Macron, y la presidenta del ultraderechista y xenófobo Frente Nacional, Marine Le Pen. Lo atestiguan todas las encuestas en las que ambos obtienen siempre los mejores resultados, y así quedó ayer en evidencia en el primer debate a cuatro entre los grandes candidatos a ocupar el Elíseo.
Los ataques entre ambos no cesaron, y los otros tres aspirantes, el derechista François Fillon, el socialista Benôit Hamon, y el izquierdista Jean Luc Melenchon, quedaron en un segundo plano durante un cara a cara en el que se hizo repaso a prácticamente todas las cuestiones que afectan a los franceses y que tuvo como especial protagonista a los inmigrantes y la situación por la que atraviesa la Unión Europea.
El ataque de Le Pen contra Macron fue directo, aunque sin citarle: «Hay una serie de candidatos que, sin duda, defienden los intereses privados, no los intereses de los franceses. Quiero decir: los intereses de los franceses son casi siempre contrarios a los intereses comerciales de estos grandes grupos», aseguró. Y prosiguió: «formado en las grandes escuelas de la República, funcionario y banquero para, a continuación, volver a la política …»
«Creo que es para mí», le respondía el exministro con cierta ironía: «Usted se aburriría sin mí. Pero estoy muy feliz, realmente. Estoy muy feliz de estar aquí con usted», bromeó en un primer momento el candidato de ¡En Marcha!.
Ambos, Macron y Le Pen, también fueron el blanco de la mayoría de los ataques del resto de los aspirantes. Así, por ejemplo, Hamon le ha interrogado sobre los donantes que han financiado su campaña, a lo que Macron ha replicado que sus identidades están protegidas por ley. Y las críticas a Le Pen han ido orientadas por sus ideas islamófobas.