Por Cambio16
20/1/2018
El precio del recibo de la luz en España bajará si se cumple el plan de descarbonización.
Se trata del plan de reducción de emisiones de CO2 establecidos por la Unión Europea.
Entre las reducciones del 80% y el 95% respecto a los niveles de 1990.
En 2030 sería un 30-35% inferior a la tarifa media actual, cayendo a los 85-90 euros por megavatio hora (MWh).
Lo datos fueron ofrecidos en un informe Una transición inteligente hacia un modelo energético sostenible para España en 2050,realizado por Deloitte.
El informe presentado por el Diario El País refiere que se debe mantener las plantas de generación de energía convencionales.
Esto incluye, térmicas de carbón y nucleares.
La razón es que se pueda garantizar la transición energética eficiente.
Esto hasta que se construyan las instalaciones suficientes de energía renovable.
Su cierre anticipado obligaría a inversiones de 6.800 millones
Depende del gobierno el precio de la luz en España
Según el informe presentado el Gobierno español debería establecer un marco claro y de largo plazo.
Esto con el fin de que la descabonización impacte en la economía española.
La descarbonización permitirá un ahorro de 380.000 millones a largo plazo en importaciones de combustibles fósiles.
El precio del recibo de luz en España depende de la inversión que haga el gobierno.
Las inversiones deben ser de 510.000 millones de euros entre 2017 y 2050.
De esta cifra, la mayor parte se destinaría a la rehabilitación de edificios y medidas de eficiencia energética (110.000 millones) o la puesta en marcha de centrales de energía renovable (105.000 millones).
Además es importante las partidas también habría importantes partidas para el cambio modal del transporte de mercancías.
Así como apoyo a la compra de coches eléctricos (45.000 millones).
También el desarrollo de redes de transporte y distribución de electricidad (40.000 millones) y las medidas de eficiencia en la industria (10.000 millones).
Este escenario descarbonizado, además de cumplir con los objetivos medioambientales, supone un ahorro de 380.000 millones de euros a largo plazo en importaciones de combustibles fósiles y dinamiza la actividad económica y la creación de empleo, al cambiar el gasto en hidrocarburos por una mayor inversión en renovables.