Por Joaquín Robles
04/03/2017
Analista de XTB
Tras el fuerte incremento sufrido en los últimos meses en el precio de la luz, parece que vivimos un proceso de estabilización. El kilovatio hora es una unidad de medida de electricidad que se utiliza para medir la cantidad de consumo que se ha efectuado en una vivienda en un periodo determinado. Desde el año 2012 el precio de cada kWh ha fluctuado en un rango entre los 0.868 y los 1.132, sin embargo durante este inicio de año hemos visto como se ha disparado el precio hasta alcanzar un máximo en los tres últimos años en los 1.147, un incremento del 42.7% respecto al mismo periodo del año anterior.
Según los expertos este hecho se debe más a una situación coyuntural que a un cambio de tendencia. Uno de los principales factores que ha generado este incremento en los precios han sido las malas condiciones climatológicas. A pesar que España cuenta con una gran diversificación de generadores de energía, la ausencia de viento y de lluvia hace que las centrales hidráulicas y eólicas no puedan producir la energía necesaria, teniendo que recurrir a otras fuentes como el carbón y el gas, que son más caras y disparan los precios del mercado mayorista.
Otro factor a destacar ha sido el cierre por cuestiones de seguridad de más de una veintena de centrales nucleares en Francia. El país vecino genera el 78% de su electricidad a través de 58 reactores, por lo que el cierre de prácticamente la mitad de sus generadores le ha obligado a tener que importar electricidad. España ha sido uno de los países donde más se ha notado el aumento de demanda causado por esta situación.
A estos dos factores hay que sumarle la complejidad a la hora de calcular el precio diario. A diferencia de otras materias primas, la electricidad no se puede almacenar, y lo que hacen las empresas generadoras es ofrecer su energía para cada hora del día siguiente, y son las comercializadoras las que compran en función de sus necesidades, tras llegar a un punto de equilibrio entre la oferta y la demanda.
El precio obtenido por las empresas que suministran electricidad a los hogares afecta en gran medida a la factura que éstos tendrán que pagar. Actualmente el 35% del recibo de la luz consta del precio de cada kWh consumido, otro 40% corresponde a los peajes, mientras que el 25% restante va destinado al pago de impuestos. Como ocurre con otros mercados, como el de la gasolina, de estas noticias sólo se habla cuando se producen subidas. Sin embargo, a pesar del reciente repunte apostamos por una caída en los precios durante los próximos meses y una estabilización en los kWh entre los 0.10 y los 0.12.