Por Iñigo Aduriz
17/12/2015
- Españoles emigrados denuncian un proceso electoral «plagado de irregularidades»
- Chute de optimismo en el PSOE: “Se nos dan mejor los debates que las encuestas”
- La actitud hacia la violencia machista amenaza la estrategia de Ciudadanos
- ¿A quién está beneficiando o perjudicando la campaña electoral?
- Frank Underwood, protagonista de ‘House of Cards’, también vio el debate
- Así preparan un debate Sáenz de Santamaría, Sánchez, Rivera e Iglesias
- La ‘Operación Menina’
«No cambia nada». Con estas palabras, el presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, trataba este jueves de restar importancia a la agresión que sufrió ayer en Pontevedra mientras paseaba durante un acto de campaña. Él emplazaba a los suyos a «no extraer conclusiones políticas» de lo sucedido, tratando así de desligar el ataque de la confrontación política propia de la campaña electoral y, sobre todo, del bronco debate que protagonizó el lunes junto al secretario general del PSOE y aspirante a la Moncloa de los socialistas, Pedro Sánchez.
Entre sus más próximos sí hay quien ha tratado de sacar rédito electoral de una acción que todos los dirigentes políticos de todos los colores han condenado sin matices. Poco después de que se produjera el puñetazo en las calles de Pontevedra, Javier Maroto, vicesecretario sectorial del PP y uno de los cargos con más peso orgánico del partido, aprovechaba la agresión para pedir el voto para su partido: «Unos siembran el odio y otros, siempre el más tonto, lo llevan a la práctica. Ahora MÁS QUE NUNCA #YoVotoPP» (sic)», aseguraba el exalcalde de Vitoria a través de su cuenta de twitter.
Unos siembran el odio y otros, siempre el más tonto, lo llevan a la práctica. Ahora MÁS QUE NUNCA #YoVotoPP pic.twitter.com/rkU736E6ij
— Javier Maroto (@JavierMaroto) December 16, 2015
El ataque ha sido el protagonista de la penúltima jornada de campaña electoral. La víctima, Mariano Rajoy, ha multiplicado su presencia en los medios y el resto de los candidatos han salido en tromba a dejar claro que en democracia no caben ese tipo de comportamientos. Sánchez, a quien ciertos medios y sectores cercanos al PP han tratado de situar como responsable de lo ocurrido, por su dura intervención en el cara a cara con Rajoy, ha sido el aspirante a la Moncloa que ha tenido que dar más explicaciones.
«Barbarie sin justificación»
En una entrevista en la Cadena Cope, el también líder del PSOE aseguraba que «en absoluto» se siente responsable de haber creado tensión en la fase final de la campaña electoral y, ni mucho menos, de haber provocado lo sucedido en la ciudad gallega. «En democracia no cabe la violencia», ha insistido, antes de condenar una vez más lo sucedido con el presidente del Gobierno y asegurar que «no hay ninguna ideología, ninguna religión detrás de la violencia, sólo es barbarie sin ningún tipo de justificación».
Las condenas también ha llegado por parte de las fuerzas emergentes que, a raíz del debate del lunes, han perdido protagonismo en la campaña. Es especialmente delicada la situación de Ciudadanos, donde se va apagando la euforia de las últimas semanas a tenor de las últimas encuestas. Según las publicadas por el El Periodic d’Andorra –los medios españoles tienen prohibido sacarlas a la luz desde el lunes– la formación naranja ya no pelea por la segunda posición con el PSOE, sino que se encuentra en plena tendencia a la baja y, de celebrarse hoy los comicios, se quedaría en cuarto lugar por detrás de populares, socialistas y Podemos.
El PP lleva días tratando de aprovechar esa merma en la popularidad de la formación de Albert Rivera, que se ha hecho especialmente constatable a raíz de las posiciones sobre la violencia machista que defiende el partido naranja. También por las declaraciones de algunos de sus dirigentes territoriales, como el cabeza de lista por Cantabria, Carlos Pracht, que ha equiparado la violencia machista con la «violencia feminista», o ha considerado que la interrupción voluntaria del embarazo es «una forma de violencia».
Ciudadanos se desinfla en las encuestas
Los populares, a través de su líder, Mariano Rajoy, han tratado de buscar en Ciudadanos el socio de gobierno que aparentemente necesitarían en el caso de que puedan formar gobierno tras las elecciones del domingo. El aún presidente reclamaba a la formación de Rivera un acuerdo «estable» para poder mantener el poder otros cuatro años. Pero en la entrevista publicada este jueves por Cambio16, el presidente de la formación naranja ya ha dejado claro que no será ministro de ningún gobierno de PP ni del PSOE, cerrando así la puerta a ese hipotético acuerdo.
Al ser preguntado al respecto, Rajoy aseguraba tener claro con quién pactará Rivera en la próxima legislatura: «Pues entonces apoyará a Pablo Iglesias», aseguraba durante un acto en Barcelona. La estrategia de ataque contra Ciudadanos parece estar funcionándole al PP. Mientras el partido naranja se desploma en las encuestas el de los populares remonta, y se consolida como la principal opción de gobierno de la nueva legislatura. En una campaña tan volátil como la actual incluso el último día podría resultar determinante para animar el voto de los indecisos y dar la vuelta a los sondeos.