La contaminación no solo está en las grandes fábricas o en vertederos visibles. En la combustión del transporte masivo o en la industria de hidrocarburos. También cohabita imperceptible en los sitios más insospechados. En la mayoría de los supermercados de EE UU emplean productos químicos para refrigerar alimentos y bebidas, como el hidrofluorocarbono, altamente perjudicial para la atmósfera y las personas.
En muchos de estos expendios opera una red de tuberías que transporta refrigerantes comprimidos para mantener los productos perecederos. Y para lograr esa acción utilizan los poco conocidos hidrofluorocarbonos (HFC). Son gases de efecto invernadero miles de veces más potentes que el dióxido de carbono. A menudo escapan a través de grietas o sistemas que no se instalaron correctamente y una vez que se filtran, están destinados a contaminar la atmósfera.
Dada su importante afectación para el cambio climático, unos 200 países firmaron un acuerdo en 2016 para su eliminación progresiva, en el marco del Protocolo de Montreal. Allí se puso freno al uso del CFC- 11, poderoso gas de efecto invernadero que destruye la capa de ozono. Los países lograron reducir esas emisiones, a excepción de China, que ha logrado disminuirla por la supervisión y represión del régimen
En el caso del hidrofluorocarbono, se producen por síntesis industrial. No tienen fuentes naturales de emisión y se degradan con dificultad.
El gobierno de Joe Biden ha retomado la agenda verde. Ve la eliminación de estos químicos de los refrigeradores del país como un esfuerzo más amplio para controlar los contaminantes climáticos. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) emitió un llamado público para que las empresas reporten datos de producción e importación de HFC.
EE UU el gran generador de Hidrofluorocarbono
Señala la EPA que estos hidrofluorocarbonos son utilizados por las agencias federales de EE UU, en una amplia variedad de aplicaciones, que incluyen refrigeración y aire acondicionado. Así como el aislamiento de edificios, sistemas de extinción de incendios y aerosoles.
Los HFC tienen un alto potencial de calentamiento global, dice la Agencia. Además, preocupa por sus impactos a medida que se utilizan cada vez más como sustitutos de sustancias que agotan la capa de ozono. Y a medida que el crecimiento económico estimula la demanda de nuevos equipos. Especialmente en el sector de refrigeración y aire acondicionado.
Según la Ley estadounidense de Innovación y Fabricación, que se aprobó en diciembre, la EPA debe reducir gradualmente la producción e importación de estos gases en un 85% durante los próximos 15 años.
“Los beneficios ambientales aquí son muy grandes, son muy importantes”, dijo Cindy Newberg, quien dirige la división de protección estratosférica en la Oficina de Aire y Radiación de la EPA. La nueva ley, agregó, «nos otorga autoridad explícita para hacer este trabajo. Y eso es increíblemente importante para la agencia y para todos nosotros».
Detectan mayor escape de estos gases de lo previsto
Una nueva investigación sugiere que algunos supermercados están filtrando refrigerantes dañinos para el clima, a un ritmo aún mayor de lo que los reguladores han supuesto. La industria estima que cada año los supermercados pierden un promedio del 25% de su carga de refrigerante.
Armados con sensores de alta tecnología, los investigadores encubiertos de la EPA reportaron una fuga generalizada de hidrofluorocarbono en EE UU. En las tiendas de comestibles de D.C., Maryland y Virginia.
Walmart y otras empresas de supermercados se han comprometido a frenar el uso de estos productos químicos, más de la mitad de todas las tiendas encuestadas emitían estos refrigerantes que calientan el clima.
El sondeo incluyó a 45 supermercados encuestados, entre ellos 20 Walmart. Así como tiendas operadas por ALDI, Costco, Giant, Harris Teeter, Safeway, ShopRite, PriceRite, Trader Joe’s y Whole Foods. Los investigadores encontraron fugas en el 55% de ellos. Whole Foods es propiedad de Amazon y no se determinó la cantidad exacta de HFC liberados.
“Este es un problema de todo el sistema y de toda la industria”, dijo Avipsa Mahapatra, líder climático de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, en inglés), el grupo de defensa. «En realidad, podrían comprobarlo fácilmente».
Whole Foods señaló que está «orgulloso de ser un líder entre los supermercados de EE UU. En nuestros esfuerzos por reducir las emisiones de hidrofluorocarbonos». Un poco más de 30 de sus tiendas se han cambiado a refrigerantes de dióxido de carbono y promociona un mercado en Brooklyn que se ha convertido en un 100% libre de HFC.
Asimismo, Walmart y Giant se comprometieron a reducir esas emisiones en sus establecimientos y en su cadena de valor, de manera gradual.
La retroalimentación de los gases
El sector minorista de alimentos en EE UU representa una parte del rompecabezas de cómo reducir las emisiones de hidrofluorocarbono.
Los HFC atrapan miles de veces más calor que el dióxido de carbono. Y con el aumento de las ventas, se prevé que representen casi una quinta parte de todas las emisiones que provocan el calentamiento del clima para mediados de siglo. Es un problema creciente: cuanto más se calienta la Tierra, más personas necesitan infraestructura de refrigeración.
Las emisiones de hidrofluorocarbono en EE UU aumentaron en 4 millones de toneladas métricas entre 2018 y 2019. Los 38. 000 supermercados en ese país usan miles de libras de HFC cada año, según la EPA. Y cada tienda tiene el impacto climático equivalente a 300 coches en la carretera. En conjunto, equivale a 49 mil millones de libras de carbón que se queman cada año.
Si bien el monitoreo de fugas y la actualización de los sistemas de refrigeración se traducen en ahorros a largo plazo, al reducir el uso de energía, las tiendas que operan con márgenes estrechos no siempre pueden permitírselo.
Walmart, por ejemplo, dijo que las empresas privadas necesitarían ayuda del gobierno para hacer la transición. «También creemos que se necesita la acción del sector público y privado para fomentar la innovación. Y permitir una eliminación económicamente viable de los HFC a nivel mundial», dijo.
Europa está haciendo una transición más rápida que Estados Unidos. Más de 26.000 supermercados en países europeos están utilizando refrigerantes de menor impacto, en comparación con 600 tiendas en EE UU.
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