El producto interior bruto se desplomará entre un 6,8% y un 12,4% por efecto del confinamiento. El Banco de España señala que es una caída del PIB «sin precedentes en la historia reciente».
El ente financiero que preside Pablo Hernández de Coss estima que habrá una significativa recuperación económica, pero que no será completa. España no conseguirá los mismos flujos de actividad y empleo que tenía antes de la pandemia. Lo que se traduce como pérdida de riqueza. Ya la actividad en el país se hundió un 4,7% entre enero y marzo.
La actual situación de emergencia de salud pública tendrá un impacto muy elevado, aunque de magnitud todavía incierta, sobre la economía española este año https://t.co/igtV5tRzH6 #bdePublicaciones #COVID19
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Posibles escenarios
En el informe publicado este lunes el Banco desarrolla un conjunto de posibilidades para la economía española. En su elaboración tomó en consideración supuestos alternativos acerca de la duración del confinamiento y de la persistencia de la perturbación sufrida. Los resultados de los ejercicios apuntan a que el PIB de España experimentará en 2020 retrocesos sin precedentes en la historia reciente.
En el primero supone que la duración del período de confinamiento será de ocho semanas y que su levantamiento irá seguido de un rebote de la actividad económica, en un contexto de superación relativamente rápida de la crisis sanitaria.
En el segundo se mantiene el supuesto acerca de la duración del período de confinamiento –de ocho semanas–, pero se asume que el grado de efectividad de las medidas adoptadas por las autoridades para reducir la persistencia de los efectos económicos de la pandemia sería más limitada que en el caso anterior.
Finalmente, se asume la posibilidad de que el actual estado de alarma se mantenga doce semanas. Además incorpora una mayor persistencia de las dificultades económicas y financieras del sector productivo.
Frente a 2021, cabe esperar que la economía española se recupere una parte significativa, pero no completa, del flujo de actividad y empleo que se esperaba antes de la pandemia.
Perspectivas modestas
En el supuesto más negativo la caída del PIB será del 12,4% con un confinamiento de 12 semanas y un proceso de normalización incompleto hasta final de año. El escenario intermedio prevé una caída de 9,5%. En el caso más optimista el retroceso sería de 6,8%, un supuesto poco probable en estos momentos.
La recuperación que se producirá cuando pase lo peor de la pandemia no será completa en ninguno de los supuestos contemplados. En cada uno el nivel del PIB de 2020 sería inferior al previsto en las proyecciones de diciembre de 2019. Para el escenario más favorable sería de 8,5%, para el intermedio 10,4% y 12,5% para el más pesimista.
El déficit público de 2020 podría situarse en una horquilla comprendida entre el –7 % y el –11 % del PIB. Igualmente, a deuda pública se situaría en niveles comprendidos entre el 110 % y más del 120 % del PIB.
El empleo será el más afectado
El impacto de la reducción de la actividad productiva se nota con singular intensidad en el mercado de trabajo. El informe pronostica que la tasa de paro se disparará hasta el 21,7%. En 2021 habrá un rebote económico, pero no será suficiente para recuperar todo lo perdido. El paro podría seguir rozando el 20%, el déficit por encima del 7% y la deuda se mantendría en el 120%.
Entre los días previos a la declaración del estado de alarma y el 31 de marzo, la cifra de afiliados a la Seguridad Social disminuyó en casi 900.000 personas (-4,6 %). Además, ya hay 4,6 millones de trabajadores afectados por algún tipo de ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) o cese de actividad. Tañ condición costará al Estado 6.000 millones de euros.
El Banco de España estima que el déficit alcanzará este año el 11% (niveles equivalentes a los del ejercicio del rescate financiero) y la deuda pública llegará al 122,3% del PIB.
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