Donald Trump llegó al segundo y último debate con una misión clara. Posicionar temas claves que le permitiesen cerrar la brecha que le separa de su contrincante, que le lleva una ventaja cada vez más estrecha en la carrera hacia la Casa Blanca. Y el petróleo parece haberle dado al republicano un impulso para vencer a Joe Biden y lograr la reelección.
El comentario de Joe Biden de que haría una «transición» del petróleo en Estados Unidos a favor de la energía renovable atrajo rápidamente la atención al presidente Trump, que lo vio como una bendición para sus posibilidades de aumentar seguidores en estados clave.
Punto para Trump
En el debate Trump fue lo suficientemente hábil para darse cuenta de que había una oportunidad para inclinar la balanza a su favor. No la desaprovechó. Le preguntó a Biden: «¿Cerraría la industria petrolera?» El ex vicepresidente respondió: «Me alejaría de la industria petrolera, sí. La industria petrolera contamina de manera significativa. Tiene que ser reemplazada por energía renovable con el tiempo».
La réplica de Trump fue instantánea:
«Básicamente, lo que está diciendo es que va a destruir la industria petrolera, ¿recordarán eso, Texas, recordarán eso, Pennsylvania, Oklahoma, Ohio?».
Los analistas afirman que ese breve intercambio le dio a Trump su mejor momento y a Biden el peor.
Recoger sus palabras
El plan climático de la campaña de Biden exige que Estados Unidos tenga cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050. Y reiteró su promesa de poner fin a los subsidios federales para la industria del petróleo y el gas.
Los analistas políticos creen que estos comentarios crearon una oportunidad para el presidente Trump. Antes del debate, Texas se consideraba en juego y Biden tenía una pequeña posibilidad de ganar en el estado. Pero sus palabras sobre el petróleo podrían significarle un resultado desfavorable.
La carrera por Texas
La campaña de Biden ahora está tratando de recoger sus comentarios sobre la industria del petróleo. Las opiniones crearon un problema para el candidato presidencial en estados como Texas y Pensilvania.
Biden trató de recoger los comentarios derramados después del debate. «No nos estamos deshaciendo de los combustibles fósiles. Nos estamos deshaciendo de los subsidios a los combustibles fósiles. No nos vamos a deshacer de los combustibles fósiles durante mucho tiempo».
Un informe de la Asociación de Petróleo y Gas de Texas de 2019 indica que hay 430.000 empleos respaldados por la industria del petróleo y el gas . Texas encabeza los estados productores de petróleo. Obviamente, las palabras de Biden afectarán las elecciones en Texas. Y no solo al candidato a la Presidencia, sino de todos los demócratas que se postulan para un cargo. Abrió otra vía de agua..
Los demócratas han tratado de mantener la pelea en torno a la personalidad de Donald Trump, pero la declaración de Biden sobre el futuro del petróleo ha hecho que el tema central sea la economía de Texas no la supuesta «antipatía» de Trump.
Y más allá de lo ranchos texanos y la música country
Para Texas la industria petrolera es vital. Sin embargo, su caso no es único. También es de gran importancia para Pennsylvania, Oklahoma y Ohio. En el debate, el presidente lanzó una advertencia a los votantes de los esos estados. Insinuó que con Biden en la Casa Blanca sus economías serán sensiblemente impactadas.
Trump ganó los cuatro estados en 2016. Pensilvania, en particular, es un territorio de indecisos. Su peso es fundamental. Ambos candidatos gastaron fuertemente tiempo y recursos allí. Ohio también está en juego. Los demócratas, incluso, ven a Texas como una apuesta muy arriesgada en un mapa electoral ampliado.
Los republicanos aprovechan los comentarios de Biden potencialmente dañinos para los demócratas en los estados que dependen de la industria del petróleo y el gas. Nadie vota por el que anuncia que lo va a dejar sin trabajo y sin futuro.
Aprovechar el momento
Después del debate, el equipo de campaña de Trump arremetió contra Biden por sus comentarios sobre la eliminación del petróleo sin explicar bien cómo sería la transición hacia una energía limpia y sostenible
El director de comunicaciones de Trump para la campaña, Tim Murtaugh, retrató a Biden como un hombre «de dos caras». «Dice una cosa cuando está en la campaña electoral en estados como Pensilvania y otra cuando habla con extremistas y activistas ambientales», recalcó
Biden ha caminado por una delgada línea en temas como el fracking. Aunque a la industria petrolera tampoco le ha ido tan bien. Pero Trump en estos cuatro años ha defendido la supervivencia del sector, incluso a costa de granjearse enemigos entre los defensores del ambiente.
El Instituto Americano del Petróleo alertó que restringir la producción de crudo y gas pondría en peligro la recuperación económica de Estados Unidos, aumentaría los costos de energía y eliminaría empleos. Sin duda, los comentarios de Biden suman dolores de cabeza a los demócratas en los estados en los que el empleo depende mucho del petróleo. Quíza ahí esté la razón de la incorporación de Barack Obama en los actos electorales en Dallas, Texas.
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