El papa Francisco no se ha mostrado indiferente ante la situación de la emergencia sanitaria. El sumo pontífice ha convocado rezos mundiales, ha orado y este lunes se sumó al llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, quien pidió un alto el fuego global que permita que los países se unan y se concentren en combatir la pandemia de la COVID-19.
Desde que comenzó la crisis del coronavirus, el papa manda la bendición semanal desde su biblioteca, en lugar de la Plaza de San Pedro. Este lunes hizo énfasis en el llamamiento de Guterres en una conferencia de prensa digital.
#PrayTogether for the many people who are not succeeding in coping and remain in fear because of this pandemic. May the Lord help them to have the strength to cope for the good the entire community. https://t.co/zgeexapeL3
— Pope Francis (@Pontifex) March 30, 2020
«Hago un llamado para detengan todas las formas de hostilidad belicosa y favorezcan la creación de corredores de ayuda humanitaria, esfuerzos diplomáticos y atención a quienes se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad», dijo Francisco alarmado por las más recientes cifras publicadas por la OMS.
Los últimos reportes confirman que hay 721.273 infectados y 34.414 fallecidos. Las proyecciones de la OMS es que se llegue a más de 1 millón de contagiados y a cientos de miles de fallecidos.
Frente a esta situación, las Naciones Unidas ha estado tratando de mediar en el fin de los conflictos en Siria, Yemen y Libia, al tiempo que proporciona ayuda humanitaria a millones de civiles.
Preocupación por los países más pobres
Tanto Guterres como el papa mostraron su preocupación por los países más pobres y los devastados por los conflictos bélicos. Ambos consideran que estas naciones tienen poca capacidad de respuesta ante el COVID-19.
El líder de la ONU advirtió que en los países devastados por la guerra los sistemas de salud se han derrumbado y el pequeño número de profesionales médicos que queda a menudo es blanco en los combates.
The Lord does justice for the innocent woman, forgives the sinner, condemns the corrupt ones, helps the hypocrites convert themselves. Each of us has our own story, our own sins. Let us look at the Lord who does justice, but who is also extremely merciful. #HomilySantaMarta
— Pope Francis (@Pontifex) March 30, 2020
El domingo el papa llamó a las autoridades para que sean sensibles al grave problema que plantea el coronavirus en las cárceles, muchas de ellas superpobladas: «Podría convertirse en una tragedia».
El papa llama a tomar medidas contra el coronavirus
Los temores de Francisco van mucho más allá. En una carta dirigida a Roberto Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales, le transmitió su inquietud sobre los gobiernos que no toman las medidas adecuadas y sobre la posibilidad de un «genocidio virósico».
«No defender a la gente es un descalabro. Eso llevaría a la muerte a muchísima gente. Es algo así como un “genocidio virósico”, señala en la carta.
De la misma manera expresó sentirse satisfecho de los gobiernos que han tomado medidas a tiempo y coherentes frente a la pandemia. «Han puesto a la gente primero», dijo.
En la misa de Santa Marta también rezó y le pidió a Dios que ayude a las personas asustadas por el coronavirus.
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