Las costas de Galicia y Asturias terminaron el año bañadas por un manto blanco de bolitas de plástico. Son millones de pellets que han tapizado esas playas y se espera que próximamente llegue al País Vasco por el movimiento de las aguas. Las autoridades han desplegado un Plan Especial de Emergencias en fase de alerta para detener o mitigar su impacto medioambiental.
La marea de los pellets abarca las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa, Muros y Noia y también a las playas de la zona de A Coruña y Ferrol. Es consecuencia del accidente marítimo del barco mercante Toconao en aguas portuguesas a comienzos de diciembre. El buque perdió hasta seis contenedores en aguas portuguesas, unas 26,2 toneladas de pellets, además de otros contenedores con neumáticos y papel film.
La Xunta activó el 5 de enero el Plan Territorial de Continxencias por Contaminación Mariña Accidental de Galicia. El servicio de Guardacostas mantiene vigilancia en todo el litoral el fin de detectar rápidamente los pellets y retirarlos. los pellets alcanzaron Las pequeñas bolas de plásticos alcanzaron el litoral de Asturias y plenaron las playas de Munielles y San Juan. Algo menos en las de Bayas y La Llada-El Puerto (Santa María del Mar) y en Bahínas.
Voluntarios, asociaciones de ecologistas y los municipios afectados llevan días organizándose para limpiar las playas gallegas y asturianas afectadas. El País Vasco ya tiene su plan de emergencia.
Avanzan las pellets hacia las costas del País Vasco
Los pellets son bolas de resina blanca de menos de cinco milímetros, la materia prima para fabricar productos de plástico. Se les conoce como «granza». Son polímeros que constituyen un peligro para el medioambiente. Pueden acabar integrados en las cadenas tróficas de los animales. Es fácil que aves y peces los ingieran al confundirlos con alimentos, pues parecen «pequeños huevos». Su ingesta puede provocar en esos animales problemas gástricos e, incluso, la muerte. También pueden acabar integrados en la cadena alimentaria.
Las pequeñas partículas de plástico que cubren las playas no se biodegradan y no pueden eliminarse. Se acumulan en peces y moluscos, por consiguiente son consumidos por los seres humanos en los alimentos.
En el País Vasco han tomado medidas ante los pellets. El Departamento de Seguridad activó en fase de alerta, el Plan Especial de Emergencias de Euskadi ante la Contaminación Marina ITSASERTZA).
Carrera contrarreloj
El centro tecnológico Azti afirmó que es «esperable» que los pellets lleguen a la costa del País Vasco en una semana o un mes. Se establecerá una comisión asesora y de seguimiento para poner recoger las microesferas «en alta mar» y evitar que lleguen a las playas vascas.
La investigadora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Marinella Farré indicó que los pellets podrían llegar «a toda la costa del Cantábrico» y exhortó a retirarlos lo antes posible. «Es una carrera contrarreloj», apuntó.
Farré señalo que existe el peligro de que peces grandes se coman estos pellets y se mueran “atragantados o con un tapón en el estómago”. Lo mismo ocurrirá con las aves. Aclaró que no hay peligro para la salud humana, porque “el estómago de los peces grandes normalmente no se come”, pero la pesca se verá afectada de forma negativa.