Por Rita R.
29/01/2016
Mi obsesión por los osos panda me está empezando a asustar. Hace unas horas os contaba que siempre caigo en los retos virales en los que se esconde este entrañable animal y ahora vuelvo a ponerme ante las teclas para contaros dos nuevos hallazgos, relacionados con ellos y descubiertos gracias a la agencia Sinc (Servicio de Información y Noticias Científicas), que han tocado mi viral corazón.
Bueno, al grano. Me he enterado de que el mítico oso panda gigante Chu-Lin, el primero nacido en cautividad fuera de China, vuelve a ser una estrella 20 años después de su muerte en el zoo de Madrid. Él y su madre Shao-Schao son los protagonistas de la exposición permanente Biodiversidad, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Los dos osos naturalizados y restaurados ocupan una gran vitrina central de la exhibición.
Estos osos panda supusieron un hito histórico en el zoo de Madrid, ya que fue el primero en conseguir el nacimiento de un ejemplar de esta especie por inseminación artificial. Fue tal su relevancia, aquí viene el segundo hallazgo del día, que la revista para la que escribo, Cambio16, incluyó a Chu-Lin como personaje del año en 1983.
En el número dedicado a Los 16 del año se destacaba al oso panda en el apartado de Popularidad y se titulaba con gracia: Un chulín con garra. El artículo cuenta que tras la muerte de la madre de Chu-Lin en octubre de ese año, centenares de niños escribieron al zoo ofreciéndose a adoptar al «huérfano», como se le llamó desde entonces.
Chu-lin aparecía así junto a Boyer, Montserrat Caballé, Mercedes Milá o La Trinca. La tristeza del entrañable oso llegó a los corazones de los niños y de los no tan niños y cuando él falleció, en abril de 1996, por prostatitis (inflamación de la próstata) nos dejó huérfanos.