El primer ministro griego ha terminado presentando su dimisión buscando que sea el pueblo heleno el que respalde en las urnas su gestión en la crisis de deuda.
«Mi mandato del 25 de enero ha vencido. Ahora el pueblo debe pronunciarse. Ustedes con su voto decidirán si negociamos bien o no. Ustedes con su voto nos juzgarán», decía el líder de la izquierda griega. Todo un órdago, sobre todo a sus hasta ahora compañeros de filas, contrarios a la firma del tercer rescate.
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