El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica viajó a Turquía para dialogar con voceros de Putin y Zelenski sobre los peligros de los bombardeos en inmediaciones de centrales nucleares de Ucrania. Rafael Mariano Grossi les manifestó su preocupación por los graves riesgos que suponen los ataques a plantas nucleares.
Tras la ofensiva del Ejército ruso a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y la tercera del mundo, el OIEA solicitó información. El gobierno ucraniano indicó que sus trabajadores están operando la central. Sin embargo, su personal directivo está bajo las órdenes del comandante de las fuerzas rusas que la semana pasada tomaron el control del emplazamiento nuclear.
Las autoridades ucranianas también señalaron que cualquier acción del personal que dirige la central requiere la aprobación previa del comandante ruso. Incluidas las medidas relacionadas con la operación técnica de las seis unidades de reactor.
En ese sentido, Grossi manifestó su preocupación por lo que sucede en esa central de gran potencia y dimensión. Especificó que contraviene el tercero de los siete pilares indispensables de la seguridad nuclear. La norma establece: “El personal de operación tiene que poder desempeñar sus funciones en materia de seguridad tecnológica y física. Y tener la capacidad de tomar decisiones sin presiones indebidas”.
Ucrania notificó asimismo que las fuerzas rusas que ocupan la central han desconectado algunas redes móviles e internet. De modo que no se puede obtener información fiable desde las instalaciones a través de los canales normales de comunicación.
Preocupan las centrales nucleares en Ucrania
Al OIEA le inquietan las condiciones de operatividad de las centrales nucleares en Ucrania, en especial la de Zaporiyia, controlada por tropas rusas. Luego de disparos de artillería el 4 de marzo que causaron un incendio e hicieron temer una catástrofe.
También está en el foco de las preocupaciones la planta de Chernóbil, cuyo aparatoso accidente en 1986 recuerda la importancia de acatar los protocolos de seguridad en plantas de tal calibre. Otro hecho que causa intranquilidad es que también se ha perdido la comunicación con todas las empresas e instituciones de la ciudad portuaria de Mariupol que utilizan fuentes de radiación de categorías 1 a 3. Y no hay información sobre su estado, dijo el ente regulador. Este material radiactivo puede causar graves daños a las personas si no se mantiene en condiciones de seguridad y se gestiona adecuadamente.
Motivado por estos graves acontecimientos, Grossi se reunió en Turquía, por separado, con los ministros de Exteriores de los dos países, el ruso Serguéi Lavrov y el ucraniano Dmytro Kuleba, reseñó DW.
Dijo el director de esa agencia de la ONU que las reuniones fueron «fructuosas, pero no fáciles». Agregó el diplomático que la situación sobre el terreno es «terrible», con cada vez más incidentes. De ahí, confió, la urgencia de «un marco común para reforzar la seguridad de las instalaciones nucleares» de Ucrania, que dispone de 15 reactores y varios almacenes de residuos.
Rusia y Ucrania están «dispuestas» a discutir para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares cada vez más comprometidas por la guerra. «Las dos partes están dispuestas a trabajar y discutir con el OIEA», afirmó Grossi.
400 soldados rusos en la planta
Ucrania es una potencia en centrales nucleares. Sus operaciones seguras garantizan, en medio de una confrontación bélica, la generación y distribución de energía para la población y sus condiciones de vida.
Unos 400 soldados rusos ocupan y controlan la planta nuclear de Zaporiyia informó recientemente el OIEA. Petro Kotin, presidente de Energoatom, el operador de la planta, sostuvo que los militares rusos están «presentes a tiempo completo en el lugar». Además, la central nuclear sigue bajo el control del comandante de las fuerzas militares rusas.
Ucrania aseguró que Rusia prevé tomar el control total y permanente de la central bajo la gestión de la empresa estatal nuclear Rosatom. Algo que las autoridades rusas desmintieron.
En una llamada telefónica con Grossi, el director general de Rosatom, Alexei Likhachev, confirmó que un número limitado de expertos de la empresa se encuentran en Zaporiyia. Al mismo tiempo, el gerente ruso negó que Rosatom haya tomado el control operativo y que pretenda poner la planta bajo su propio «sistema de gestión».
Ucrania cuenta con 21 reactores nucleares, 15 de ellos activos, y hay dos más en construcción. De las cuatro centrales nucleares operativas (Zaporiyia, Rivne, Ucrania Sur y Jmelnitsky), la de Zaporiyia cuenta con más reactores, seis. El resto disponen de cuatro, tres y dos reactores, respectivamente, aunque en la planta de Jmelnitsky hay dos en construcción. Además de estos reactores, el cómputo total se cierra con los cuatro reactores inactivos de Chernóbil.