Un estudio determinó que en las aguas superficiales del océano Atlántico hay alrededor de entre 12.000.000 y 21.000.000 de toneladas de microplástico “invisible”. Diez veces más de los se suponía, de acuerdo con los investigadores y los científicos no han entendido aspectos importantes sobre la contaminación por plástico.
Por ejemplo, cuánto se ha desechado en el mar y en los océanos, cuáles son sus características y cuáles sus efectos tanto en el medioambiente como en la población mundial. La investigación, que se publicó en la revista Nature Communications, explica que la cifra corresponde a tres tipos frecuentes y muy usados de plástico: polietileno, polipropileno y poliestireno.
Katsiaryna Pabortsava, autora principal del estudio, explicó: “Antes no podíamos equiparar la cantidad de plástico flotante que vimos con la que creíamos que había ingresado al océano desde 1950. Esto se debe a que estudios anteriores no habían medido las concentraciones de partículas microplásticas ‘invisibles’ debajo del océano. Nuestra investigación es la primera en haberlo hecho en todo el Atlántico desde el Reino Unido hasta las Malvinas”.
200 millones de toneladas de plástico en el Atlántico
Richard Lampitt, coautor de la investigación, agregó que el océano Atlántico pudiera contener alrededor de 200.000.000 de toneladas de plástico, específicamente de polímero. “Si asumimos que la concentración de microplástico que medimos a 200 metros de profundidad es representativa de la masa de agua que hay hasta el fondo marino, con una profundidad promedio de alrededor de 3.000 metros, entonces el océano Atlántico podría contener alrededor de 200.000.000 de toneladas de basura plástica”, acotó.
Los investigadores consideran que no se han entendido aspectos importantes, como cálculos sobre la cantidad y características del plástico, cómo llega al océano, cómo se degrada y qué tan tóxico es en esas concentraciones. Es fundamental entender tales aspectos a fin de determinar cuál es el peligro que representa la contaminación por el plástico tanto para el medioambiente como para el hombre y los animales.
Pabortsava y Lampitt recolectaron las muestras de agua de mar durante la 26° expedición del Atlántico Meridional Transec, de septiembre a noviembre de 2016.
Tomaron grandes volúmenes de agua de mar a 3 profundidades distintas en los 200 metros superficiales. De este modo, determinaron e identificaron contaminantes plásticos mediante el uso de espectroscopios de última generación. El estudio se concentró en polietileno, polipropileno y poliestireno, tres plásticos muy comerciales.
Daños del microplástico
El plástico, que es muy demandado, suele terminar en los ríos, lagos y océanos. No obstante, con el paso del tiempo se degradan y sueltan partículas más pequeñas de nombre microplástico. Miden menos de cinco milímetros.
Análisis de agua y sedimentos han mostrado que una buena parte de las micropartículas se han diseminado en los ecosistemas marinos, en los de agua dulce y también en los suelos.
El programa para el Medioambiente de la ONU ha advertido que existen otras maneras de que las micropartículas se produzcan, aunque parezcan imperceptibles. Muchos microplásticos se añaden directamente a artículos de tocador y cosméticos y llegan al medio ambiente a través de las aguas residuales de los hogares. Las minúsculas piezas también se pueden producir durante la abrasión de objetos plásticos, como la erosión de las llantas al rodar sobre el asfalto o el roce de los textiles sintéticos durante el lavado.
Las microfibras, el tipo más abundante de los microplásticos en aguas residuales y dulces, son motivo de gran preocupación. Se ha encontrado en el tracto intestinal de zooplánctones. Estos organismos viven en los lechos de los ríos y son alimento de mejillones. Las microfibras pueden provocar un bloqueo intestinal de estos animales.
Proyecto Libera, para liberar del plástico
“Los efectos del consumo de plástico son fáciles de ver en el agua”, indica la ONG Asociación Cultural Alnitak de España, especializada en ciencias marinas. “Cientos de miles de animales marinos son dañados cada año por los desechos plásticos. Desde tortugas marinas enredadas en redes de pesca hasta peces que se tragan partículas de plástico”. A fin de crear conciencia sobre los efectos del plástico, Alnitak actúa con SEO Birdlife y Ecoembes en el proyecto Libera. Ambas ONG colaboran con su buque de investigación Toftevaag para investigar la distribución de los desechos en el océano.
El objetivo apunta a concienciar y movilizar a la población para que los océanos estén libres de basura mediante el conocimiento, la prevención y la participación de la gente.
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