«El turismo es el nuevo petróleo de Colombia. No es por hablar mal del petróleo tradicional, pero es el nuevo petróleo porque es un generador de empleo, de inversión y de oportunidades», dijo el presidente de Colombia Iván Duque en la localidad de Uribia, que forma parte del caribeño departamento de La Guajira, en el extremo norte del país.
Al parecer la sentencia podría tener asidero en las recientes estadísticas del Producto Interno Bruto colombiano que reflejan un crecimiento de 6,9% del sector turismo, versus un crecimiento de 2,2% del petrolero.
Aunque el petróleo representa cerca de 18% de los ingresos del país, su futuro y desarrollo son complejos; depende de ingentes desembolsos y del vaivén de los precios del crudo. Sumado a ello que la prospectividad de Colombia no es de la mejores de la región. Sus escuetas reservas requieren con urgencia volúmenes adicionales. Las últimas estadísticas oficiales señalan que las reservas probadas suman 1.782 millones de barriles in situ; para tan soloo un horizonte de producción de cinco años.
Duque en visita a uno de los departamentos más pobres de Colombia, donde realizó uno de sus talleres «Construyendo país», fue recibido por miembros de la comunidad wayú a los que saludo en su idioma, el wayuunaiki, reseñó un cable de Efe.
Tras el recibimiento, Duque explicó que inauguró junto al viceministro de Turismo, Juan Pablo Franky, un hotel en la región «que va a atraer muchísimos empleos».
En total, el 40% de los empleos beneficiarán a la comunidad wayú, algo de lo que se mostró especialmente satisfecho el gobernante.
El nuevo petróleo de Colombia, porque dinamiza más la economía
En este sentido, Duque subrayó que La Guajira «se va a convertir en el nuevo polo de desarrollo turístico de Colombia».
Sin embargo, advirtió que el turismo debe ser sostenible con el medioambiente; «protegiendo el patrimonio ancestral y conectando esta cultura (ancestral) con la oferta turística».
De la mano de ese polo de desarrollo. Duque confió en que La Guajira se adentre en un futuro que deje atrás «momentos que han dejado tristeza».
Por eso, hizo hincapié en la necesidad de que los programas de nutrición, alimentación y protección de los niños «sean una realidad todos los días».
En La Guajira varios menores de edad han fallecido en los últimos años por efecto de la desnutrición severa.
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