Por Andrés Tovar
17/01/2017
Instalaciones renovadas, sostenibles y amplias mejoras medioambientales -incluyendo paneles solares– serán las banderas de la nueva casa merengue. El nuevo Santiago Bernabeu empieza a caminar con la aprobación por parte del ayuntamiento de Madrid del Plan especial de remodelación que dará un especial protagonismo al uso público del entorno.
El ambicioso proyecto rediseñará las gradas, ampliará el Museo del Real Madrid y logrará, gracias a la cubierta, una barrera de protección acústica y lumínica para el espacio urbano de los alrededores. Ordenará casi 90.000 metros cuadrados y una superficie de espacio público de 37.000 metros cuadrados, siendo las arcas del club merengue quienes, además de hacerse cargo de la remodelación del estadio, las que afronten los gastos del entorno público, cifrado en 13 millones de euros.
Esta semana, José Manuel Calvo, delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, explicó que una vez aprobado de forma inicial el Plan, se abre un periodo de un mes para las alegaciones.
“Ahora se aprueba el plan inicialmente, en función de las alegaciones se elevará el pleno de abril, pero condicionado a esas alegaciones y a la complejidad que pueda tener su tramitación (…) la volumetría del Plan especial está perfectamente ajustada a la normativa urbanística, al Plan General, y hemos tratado de ser muy rigurosos por tratarse de un edifico emblemático para Madrid”.
Una vez se haya aprobado definitivamente el Plan, se podrán conceder las licencias, y se ejecutarán las obras en el periodo estival, “que es cuando el estadio no tiene actividad”. “En 2017 estaríamos en disposición de realizar esas obras, pero se desarrollarían en los veranos de 2018 y 2019”, ha añadido.
Calvo ha destacado la eliminación de la esquina del Bernabeu y su apertura a un espacio de uso público, así como la liberalización de todo el frente de Castellana, “generando una gran plaza pública con tránsito peatonal frente al desorden que se genera normalmente los días de partido”.