En ciento veinte años, los premios Nobel han reconocido a las figuras más destacadas, en sus distintitas disciplinas, por sus aportes a la sociedad global. En sintonía con estos tiempos turbulentos para los derechos humanos, el prestigioso Nobel ha reconocido al escritor Abdulrazak Gurnah, en Literatura. Y a Maria Ressa y Dmitry Muratov con el premio de la Paz, por sus esfuerzos en salvaguardar las libertades, la solidaridad y los principios más nobles de la humanidad.
Gurnah es un novelista africano, nacido en la isla semiautónoma de Zanzíbar (Tanzania) y desde que tiene 18 años vive en el Reino Unido, donde llegó como refugiado, un tema que ha sido frecuente en su obra.
De hecho, el Comité del Nobel justificó el premio “por su comprensión inflexible y compasiva de los efectos del colonialismo. Y el destino de los refugiados en el abismo entre culturas y continentes”.
Tras recibir la noticia, el autor de diez novelas, expresó que fue una «completa sorpresa». Dijo que su galardón podría significar que temas como la crisis de los refugiados y el colonialismo sean ahora «discutidos».
«Estas son cosas que están con nosotros todos los días. La gente está muriendo, la gente está siendo lastimada en todo el mundo», afirmó.
También el Nobel reconoció la labor de dos periodistas. La filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov por su ardua tarea en resguardar la libertad de expresión, «condición indispensable para la democracia y la paz duradera». Ressa y Muratov han luchado «con coraje», según el Comité Noruego del Nobel, por este ideal en sus respectivos países. En un momento en el que la democracia y la libertad de la prensa pasan por «condiciones cada vez más adversas».
Nobel premia la lucha por los derechos humanos
Los derechos humanos, tan menguados en algunos países, han sido colocados en primera fila en la entrega de los Nobel 2021.
Abdulrazak Gurnah es el primer autor africano negro en ganar el galardón en Literatura en más de 30 años.“Cuando vine a Inglaterra, todas estas palabras como ‘solicitante de asilo’ no tenían el alcance que tienen hoy. Cuando hay más gente que huye de los estados de terror”, contó a la BBC.
Dijo mucho más para la web de los Premio Nobel. “Hay una especie de avaricia”, describió Gurnah la actitud de algunos en Europa hacia los refugiados. Después de todo, agregó «la llegada de europeos al mundo no es nada nuevo». Sugirió que aquellos que buscan socorro también sean vistos como «personas talentosas y enérgicas, que tienen algo que dar. No vienen con las manos vacías”.
De sus obras, solo tres se han traducido al español. El más elogiado es “Paraíso” (El Aleph, 1997). Una historia en la que Yussuf, un niño africano, se construye a sí mismo en relación con la injusticia del colonialismo europeo y con el conflicto entre musulmanes y cristianos en el este del continente.
“En la orilla” (Poliedro, 2001),“muestra al refugiado en toda la complejidad de las historias que lleva. Historias que pueden ser de hace siglos y venir desde Asia o desde el Caribe. Una clave en los libros de Gurnah es que muestra la tradición cosmopolita de África. El mundo que retrata no está encerrado en sí mismo sino que está lleno de gente que viene de Oriente Próximo, de la India, de Europa. También está la religión, que es un asunto que suele tratar”, explicó a El Mundo, Juan José Martín González, doctor en literatura inglesa y profesor en la Universidad de Málaga.
Valentía, investigación e integridad
El Comité Noruego premió a Maria Ressa y Dmitry Muratov por “su valiente lucha por la libertad de expresión en Filipinas y Rusia”. Uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos, precisó el Nobel en su dictamen.
Ressa usa la libertad de expresión para exponer el abuso de poder, el uso de la violencia y el creciente autoritarismo en su país. En 2012, cofundó Rappler, una empresa de medios digitales para el periodismo de investigación, que todavía dirige. Rappler ha centrado la atención crítica en la controvertida y asesina campaña antidrogas del régimen de Duterte. “El número de muertes es tan alto que la campaña se asemeja a una guerra librada contra la propia población del país”, dijo el jurado.
Ressa ha documentado cómo se utilizan las redes sociales para difundir noticias falsas, acosar a los oponentes y manipular el discurso público. En el caso de Dmitry Andreyevich Muratov ha defendido durante décadas la libertad de expresión en Rusia en condiciones cada vez más desafiantes.
En 1993 fue uno de los fundadores del periódico Novaja Gazeta. El más independiente de Rusia, con una actitud crítica hacia el poder. El periodismo basado en hechos y la integridad de sus periodistas lo han convertido en una importante fuente de información sobre aspectos censurables de la sociedad rusa, que raras veces mencionan otros medios.
Desde sus inicios, ha cuestionado la corrupción, violencia policial, detenciones ilegales. Fraude electoral y «fábricas de trolls» hasta el uso de fuerzas militares rusas, dentro y fuera del país.
Los periodistas de Novaya Gazeta han vivido acoso, amenazas, violencia y, en el peor de los casos, asesinatos. El más conocido fue el de Ana Politkovskaja, autora de reveladores informaciones sobre la guerra de Chechenia. Otros cinco compañeros también fueron asesinados. Precisamente a todos ellos dedicó el premio Muratov.
Lee también en Cambio16.com: